Comisión parlamentaria concluye que no hay prubeas contra Dilma y Lula

En Brasil, la comisión parlamentaria de la Cámara de Diputados, que investiga el caso Petrobras, concluyó que no existen pruebas de la implicación de Dilma Rousseff y Lula Da Silva en la trama de corrupción.

Actualizado: 20 de octubre de 2015 —  Por: Redacción 180

Comisión parlamentaria concluye que no hay prubeas contra Dilma y Lula

Dilma y Lula en el acto de la CUT (Miguel Schincariol / AFP)

En su informe final, publicado este lunes, la comisión parlamentaria concluye que Petrobras fue víctima de un "cartel" formado por las principales empresas contratistas del país "con la complicidad de algunos empleados de la compañía" estatal.

En la lectura de un resumen del informe, el diputado del PT por Río de Janeiro, Sérgio Luiz, puso en duda la afirmación de que había "corrupción institucionalizada" en la empresa e hizo énfasis en la idea de acciones aisladas de algunos de los directores de la empresa, como el exgerente Pedro Barusco y al exdirector Paulo Roberto Costa.

Según El País de Madrid, la Comisión Parlamentaria creada en la Cámara baja de Brasil para investigar el escándalo de la petrolera estatal Petrobras tenía su guión definido desde el principio: conservar intactos a los 49 políticos acosados por la fiscalía brasileña en el caso. La comisión, un instrumento del Legislativo, está controlada justamente por los partidos citados en la trama de corrupción. Ese lunes ha cumplido su destino: ha publicado su informe final donde ni la presidenta Dilma Rousseff ni su predecesor, Lula da Silva, ni los expresidentes de Petrobras Graça Foster y José Sergio Gabrielli, han sido implicados.

En realidad, ninguno de los parlamentarios citados por el Ministerio Público y ya bajo investigación de la Justicia fueron citados, agrega el diario español.

En setiembre el extesorero del Partido de los Trabajadores (PT) Joao Vaccari Neto fue condenado a 15 años y cuatro meses de cárcel por su participación en la trama corrupta de Petrobras, donde habría recaudado al menos 4,2 millones de reales (algo más de un millón de dólares) en concepto de sobornos.

El País de Madrid recuerda que hace algunos meses, Eduardo Cunha, presidente de la Cámara baja y hombre clave en la crisis política (por prerrogativas de su cargo es el encargado de abrir el proceso de destitución contra Rousseff), compareció ante la comisón y aseguró que no poseía cuentas bancarias en el exterior. Sin embargo, la Fiscalía brasileña hizo públicas varias cuentas suizas, abiertas por él a nombre de su mujer y su hija, en las que se movieron, aproximadamente, más de 24 millones de reales (casi cuatro millones de euros).

Ese dinero, según la Fiscalía, proviene de sobornos de empresas que consiguieron contratos jugosos con Petrobras.

Fue con base en esa mentira que 50 diputados presentaron la semana pasada la solicitud de apertura de un proceso de pérdida del mandato del presidente de la Cámara. Mentir en una declaración pública, según las reglas del Poder Legislativo brasileño, se considera una violación del decoro parlamentario. El próximo jueves será votado el informe de la comisión, pero todas las miradas siguen puestas en Cunha. Ese lunes, el desafiante diputado reiteró que no va a renunciar y que sigue teniendo la potestad de abrir el proceso de destitución parlamentaria (impeachment) de Rousseff. La oposición no ha perdido las esperanzas que lo haga.