El presidente Tabaré Vázquez anunció esta semana una nueva suba de impuestos al tabaco, siendo el segundo aumento en este período de gobierno.
“Es una de las cuestiones pendientes que tenía la política de control del tabaco, en función de las obligaciones que Uruguay había asumido y de la política que tiene el país hace ya más de una década”, manifestó Curti.
El economista del Ciet explicó que el impuesto cayó en el anterior período de gobierno.
“Como el impuesto está fijado en pesos nominales actualmente, desde el 2010 hasta principios de este año, el impuesto había caído sistemáticamente. Y evidentemente que al anunciarse que va a haber una política de aumentos, al menos van a ser aumentos nominales y reales, que permitan justamente retomar la senda descendente en el consumo”, detalló Curti.
Además, señaló que otros países que llevan adelante políticas de control de tabaco a nivel mundial han tenido “excelentes resultados” con el aumento de impuestos y el aumento de precios a los productos subsiguientes de tabaco.
“Esta no es una medida por recaudación, es una medida sanitaria principalmente”, expresó Curti. “Obviamente que tiene efectos recaudatorios también y nosotros hemos pedido que se utilice ese dinero en la propia política de control de tabaco para programas de abandono de tabaco, educación en jóvenes, campaña en medios, etc.”, añadió.
El Convenio Marco al que está adherido Uruguay da una recomendación de que el impuesto debe ser al menos un 70% del precio final.
“Hoy en día hay una enorme cantidad de países que están en ese nivel o por encima. Uruguay con la baja que hubo en el período pasado, hoy en día está en el 66% con respecto al precio final; con la suba de junio inclusive”, puntualizó Curti.
En relación al contrabando, Curti expresó su preocupación por el comercio ilícito, pero dijo que no observan “que haya tenido una explosión ni mucho menos como se ha argumentado en algunas oportunidades”.
“Mas allá de oscilaciones, no vemos una tendencia hacia el alza desmedida; pero sí es una preocupación porque este tipo de productos son consumidos por los hogares de menores ingresos lo cual agrega una dimensión social al problema”, manifestó el economista.
El último informe mensual de la DGI señala que en términos reales recaudación del IMESI por tabaco y cigarrillos aumentó 7% en acumulado a setiembre, en relación al mismo período del año anterior.
“Cuando uno compara períodos muy cortos como en este caso, en realidad lo que estamos viendo son las ventas de la industria de los mayoristas y en ese caso se incluye la variación de stocks, por lo tanto muchas veces los datos de períodos cortos están un poco sucios por este factor. Por eso es necesario o desestacionalizar o tomar un período más amplio para ver cuál es la tendencia del consumo”, consideró Curti.
Por último, Curti manifestó que “lo importante es ver la pintura de los cinco años y uno lo que observa es que en cuanto a producto de tabaco hubo una estabilización del consumo” y que en los últimos cinco años que se dio es un “estancamiento”.