Para la Asociación de Supermercados del Uruguay (ASU), “el comercio en general y los supermercados en particular no son formadores, sino tomadores de precios”, según indicaron un comunicado.
El texto responde a la resolución tomada por el PIT-CNT de manifestarse frente a locales comerciales que según ellos tengan "precios abusivos". Los dueños de los supermercados piden en el comunicado que las autoridades reflexionen sobre este tema y que los funcionarios de los locales “puedan trabajar en las condiciones de paz y respeto que merecen”, además de no afectar a los clientes.
El gerente general de la ASU, Daniel Menéndez, dijo en No toquen nada que los “posibles piquetes que se puedan dar en puerta de comercios seguramente van a contribuir a un clima complicado para los trabajadores o los consumidores que van a hacer las compras”.
Menéndez dijo que debía ser prudente al referirse al tema ya que no quería “apagar un incendio con nafta” pero entendía que “el tema de los piquetes no le sirve a nadie y genera violencia”. Agregó que no tienen ninguna medida prevista para enfrentarse a estas medidas de la central sindical.
Sobre las afirmaciones del PIT-CNT de que los supermercados son formadores de precios, Menéndez dijo que “están lejos de serlo y mucho más de tener una posición dominante”.
“Los locales que están dentro de la ASU -que son las cadenas y otros que no lo son porque hay 40 socios- son un tercio del expendio de alimentos y bebidas del Uruguay. El 32%, precisamente. No se puede tener una posición dominante teniendo un 32% de participación de mercado”, aseguró el jerarca de la ASU.
Dijo que esa cifra se desprende de “varios estudios”, como los realizados por las empresas Deloitte y Nielsen, además de la consultora que semestralmente recibe la facturación y de estudios del Institutos Nacional de Estadística. Agregó que el casi 70% restante lo forman autoservicios, almacenes, estaciones de servicio, carnicerías, ferias y el sector informal, entre otros.
Menéndez también se refirió a las negociaciones que tienen los supermercados con los proveedores, diciendo que muchas veces “son para bajar los precios, no para subirlos”.
“Nadie quiere subir los precios en este negocio. No hay que perder de vista que la inflación es el enemigo número uno que tiene el asalariado, le quita poder de compra y nosotros dependemos de él para poder facturar. No queremos que pierda poder de compra, todo lo contrario”, indicó.
Señaló que lo que negocia con los proveedores es “el precio de compra, no el de venta”. Dijo que “la ASU tiene 25.000 funcionarios, que están en regla, pagan aportes, salarios, y a veces se necesita rentabilidad para cubrir eso”.
Reafirmó que “no hay fijación de precios en Uruguay”, ya que “la gente tiene la opción de comprar donde le convenga más”. “Si en un supermercado un kilo de arroz vale 35 pesos y en otro 30 pesos, será que la negociación con esa marca es mejor en un supermercado que en otro”, añadió.
Menéndez dijo que a la ASU le preocupa “que la inflación no está generada por alimentos y bebidas”, remarcando que en el último año sus precios crecieron por debajo de la inflación.
