Ventajas y dificultades de la producción orgánica en Uruguay

Los productores agroecológicos de Sauce Paul Benett y Pablo Calleros explicaron a No toquen nada cómo se realiza la certificación y distribución de sus productos.

Actualizado: 29 de abril de 2016 —  Por: Redacción 180

Ventajas y dificultades de la producción orgánica en Uruguay

Chacra en Sauce (No toquen nada)

No toquen nada estuvo en Sauce (Canelones) entrevistando en sus chacras a Pablo “Pato” Calleros, uno de los primeros productores tradicionales de la zona que se pasó a la producción orgánica, y Paul Benett, coordinador del colectivo de productores orgánicos de Sauce.

Este colectivo es integrado por unas 70 familias que trabajan algo más de 200 hectáreas de tierra, de las cuales 110 son certificadas como orgánicas.

La certificación representa “un mayor ámbito de confianza” en el vínculo entre productor, producto y consumidor, explicó Benett. Indicó que el sello que habilita a un producto a venderse como orgánico comenzó como una necesidad cuando se habilitaron algunos canales comerciales donde el productor no es quien le entrega directamente su producción al consumidor final, por ejemplo, en los supermercados.

Benett explicó que todo producto orgánico en un establecimiento de este tipo tiene que ir dentro de un packing y tener un sello que otorga la Asociación Certificadora de la Agricultura Ecológica del Uruguay (ACAEU).

“En el sello aparece el número de operador. Es como la trazabilidad: saber quién fue, aparece su nombre, apellido y un contacto. Es establecer nuevamente de todas las maneras posibles ese vínculo entre productor y consumidor que lo único que busca es garantizar que quien ofrece los productos realmente le está brindando lo que dice que le ofrece”, dijo.

Este reconocimiento tiene un costo económico para el productor. Uruguay es uno de los primeros países de Latinoamérica en implementar el sistema de garantía participativa.

Benett dijo que en el mundo existen muchas empresas que otorgan este sello que sirve, por ejemplo, para importar o exportar. Añadió que en Uruguay se desarrolla un mecanismo donde la organización certificadora está compuesta por técnicos, productores y consumidores, y los mecanismos de contralor se dan con ese conjunto. “Está el componente técnico, que puede detectar cosas que quizás un consumidor no; el consumidor, que debe estar presente; y por otro lado, el propio productor, que conoce de sistemas productivos y también puede estar detectando qué pasa en ese lugar”, agregó el coordinador.

Además, aclaró que la certificación “no está pensada como un sistema punitivo”. Dijo que “no está buscando en qué le erró el productor pero sí en que se cumplan las normas de la producción orgánica”.

(Foto: Twitter - @NoToquenNada)

La feria y el vínculo “mano a mano”

Pablo Calleros contó a No toquen nada que su producción se vende en distintos puntos, siendo uno de los más importantes la feria del Parque Rodó, a la cual asiste hace 11 años. “Es un lugar fuerte de acercamiento al consumidor, un lugar de venta prioritario para nosotros como familia”, explicó.

Además, también lo hace en Ecomercado (Benito Blanco 704 esq. Solano Antuña), una tienda donde se venden productos orgánicos repitiendo la lógica de cercanía de la feria. Este emprendimiento es llevado adelante por los propios productores, aunque, en este caso, no son ellos quienes atienden al público.

También, hay canasteros, que se dedican a hacer canastas para vender casa por casa los productos de la chacra. Como último recurso, los productores acuden al Mercado Modelo, pero siempre intentan “agotar todas las vías posibles de venta por canales que valoran lo orgánico”.

En el Mercado Modelo los productos ecológicos no se venden con ese diferencial y se mezclan con el resto, como cualquiera que hace llegar otro productor.

Calleros indicó que los supermercados “absorben gran parte de la producción orgánica” por la cantidad de público que reciben. Indicó que “se da un desfasaje entre la oferta y la demanda”, ya que a veces hay lugares donde muchos quieren consumir productos orgánicos pero no encuentran dónde hacerlo. Para el productor, el “fenómeno” va creciendo y se van generando nuevos adeptos.

¿Los orgánicos son más caros?

Existe una percepción común de que los productos orgánicos son más caros que los que habitualmente se consiguen en cualquier tienda. Al respecto, Calleros dijo que “hay lugares donde tienden a ser un poquito más caros por las características del emprendimiento de venta o por la manera en qué se presentan las cosas”.

Sin embargo, dijo que “en términos generales, en la feria, en el mercado, la ecotienda, los lugares donde son productores organizados vendiendo, los precios se tratan de fijar de una manera tal que se pueda decir: pongo los precios al consumidor lo más bajos posibles pero que me permitan a mí producir de forma eficiente y pagar mi trabajo”.

Calleros agregó que “la intención es que se alcance al mayor número de personas posible, no a un público selecto”.

Estos precios se dan aun considerando que los productores orgánicos se saltean a los intermediarios en la cadena, que son en parte responsables del encarecimiento de varios productos. Calleros dijo que esto se explica porque “la producción orgánica tiene costos más elevados que la convencional”, sobre todo, en mano de obra, ya que “son muchas horas de dedicación para que esos cultivos resulten exitosos”.

Además, mencionó que si bien no hay intermediarios, el productor debe llevar sus propios productos a los puntos de venta, por lo que también tiene sus costos de comercialización.

Benett dijo que los productores orgánicos intentan “garantizarle una línea de precios al cliente, que puede llegar a tener una variación pero es tan mínima que permite planificar el año sin sorpresas y no quedar sujeto a que un día algo vale 30 y al otro 120 porque cayó granizo”.

“Hace poquito vimos que la lechuga pasó de valer 30 pesos a 70 pesos por determinadas condiciones ambientales, que son las mismas que afectan al productor orgánico. Sin embargo, si ibas al Ecomercado, la lechuga orgánica no pasó a valer ni 70 ni 80 ni 90”, comentó Benett.