Abuela encaró a acusado de desaparición de su hija

Rosa Roisinblit, la vicepresidenta de la organización Abuelas de Plaza de Mayo pudo encarar el miércoles a sus 96 años, a Omar Graffigna, exjefe de la Fuerza Aérea en la dictadura argentina (1976-1983) y otros dos acusados juzgados por la desaparición de su hija y su yerno en 1978.

Actualizado: 05 de mayo de 2016 —  Por: Redacción 180

Abuela encaró a acusado de desaparición de su hija

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"Estoy muy contenta de que llegué a vivir este momento", dijo antes de finalizar su declaración la vicepresidenta de la organización que preside Estela de Carlotto, detalló un comunicado.

Roisinblit recalcó que ha esperado una vida para poder presenciar el juicio por la desaparición de su hija Patricia Julia Roisinblit y de su yerno José Manuel Pérez Rojo, en el Regional de Inteligencia de Buenos Aires (RIBA).

La RIBA, un organismo de espionaje de la Fuerza Aérea en las afueras de Buenos Aires, funcionó un centro clandestino de detención en el que Patricia y José Manuel permanecieron en cautiverio entre octubre y noviembre de 1978.

El Tribunal Oral en lo Criminal Oral Federal Nº 5 de San Martín compuesto por los jueces Alfredo Ruiz Paz, Rosa Roisinblit reclamó a los acusados detalles sobre el destino de sus "hijos", como los llama.

"Necesito saber quién se los llevó, a dónde se los llevaron, qué pasó con ellos", dijo en la sala donde la escuchaban desde el banquillo de los acusados Graffigna; el exjefe de la RIBA, Luis Tomás Trillo, y el expersonal civil de inteligencia Francisco Gómez, apropiador este último de uno de sus dos nietos.

"Quiero hacer notar que aquellos que secuestraron, mataron y torturaron a nuestros hijos hoy tienen la posibilidad de tener un abogado defensor y un juicio. Tienen todos los derechos que un ser humano debe tener, pero nuestros hijos no lo pudieron tener", reprochó.

La vicepresidenta de Abuelas estuvo acompañada por sus dos nietos: Guillermo Pérez Roisinblit, apropiado por Gómez y su exmujer María Teodora Jofré; restituido por Abuelas de Plaza de Mayo en 2000.

También declaró Mariana Eva Pérez, la nieta mayor de Roisinblit, quien a sus 15 meses presenció el secuestro de sus padres y luego fue llevada a la casa de familiares paternos, con quienes se crió.

Crecer buscando un hermano

Mariana Pérez hizo una emotiva declaración antes que su abuela, en la que intentó reconstruir sus recuerdos como niña, luego de haber sido secuestrada junto a sus padres.

"Cuando fue el operativo en el que me secuestraron con mis padres tenía apenas 15 meses. No tengo recuerdos, los primeros recuerdos son de lo que me han dicho mis abuelos", dijo al afirmar que era consiente que su mamá estaba embarazada -de ocho meses- en ese momento.

"Algo que estaba guardado porque obviamente me habían preparado para la llegada de ese hermano".

"Encontrar a mi hermano era el motor de mi vida", dijo para luego pedir que este proceso reconozca lo que le pasó a ella, tras arrebatarles sus padre y luego crecer buscando un hermano".

Patricia, hija de Roisinblit, fue trasladada para dar a luz a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), al norte de Buenos Aires, donde funcionaba una maternidad clandestina, y luego fue regresada a Morón con su bebé, que fue robado.

Gómez fue condenado en 2005 por la apropiación de ese niño, Guillermo Pérez Roisinblit.

Graffigna, que integró la segunda junta militar que gobernó entre 1979 y 1981, había sido absuelto en el histórico Juicio a las Juntas de 1985, en el que fueron condenados a prisión perpetua al exdictador Jorge Videla y al exjefe de la marina Emilio Massera.

En 2013, Graffigna fue detenido y procesado por la desaparición de Pérez Rojo y Roinsinblit en 1978, cuando él era jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea.

Los casos de participación de la aeronáutica en los crímenes de lesa humanidad son menos frecuentes que los que involucran a personal de la Marina y del Ejército.

En el juicio, se presentaron como querellantes Rosa Roisinblit y Guillermo Pérez, así como el secretario de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Santiago Cantón, quien fue secretario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) entre 2001 y 2012, según un comunicado de prensa.

Unas 30.000 personas desaparecieron en la dictadura, según organismos humanitarios.

AFP