Lo ideológico, la oportunidad y el queso de Chávez

La sesión del Senado en la que se trató el tema de la deuda de Venezuela con el sector lácteo no se centró en la discusión ideológica. Los senadores de oposición, Álvaro Delgado y José Amorín Batlle, expresaron que “ojalá” sigan los negocios con ese país, más allá de quién gobierne.

Actualizado: 05 de mayo de 2016 —  Por: Redacción 180

Lo ideológico, la oportunidad y el queso de Chávez

adhoc ©Santiago Mazzarovich

Durante la sesión de la Cámara de Senadores del pasado martes se trató el tema de la deuda del gobierno de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, con el sector lácteo nacional.

El senador nacionalista Álvaro Delgado dijo que él empezó hablando de “la desideologización del tema” y se refirió a que “Venezuela fue y ojalá siga siendo, gobierne quien gobierne, un gran mercado para los productos uruguayos, particularmente los lácteos, porque los precios que pagan son muy buenos”.

Añadió que el negocio de venta de lácteos que el gobierno de Tabaré Vázquez acordó con Venezuela en julio de 2015 “era una oportunidad” que entusiasmó a todos, industriales y productores.

De todas formas, agregó que creía que “el entusiasmo pudo más que las garantías”, debido a que Venezuela aún debe 30 millones de dólares a Uruguay de dicha operación. La deuda original venezolana era de 66 millones de dólares pero el pasado 15 de abril, el subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Enzo Benech, anunció que Venezuela había pagado 30 millones de dólares. De esa forma, se saldaron las deudas de Pili, Claldy y Calcar, más una buena parte de lo que se debía a Conaprole.

“Ojalá terminen saldando la totalidad de lo adeudado, pero con un agregado, voy a duplicar la apuesta: ojalá Venezuela siga comprando y pagando, o empiece a pagar, porque de eso no sólo vive la industria sino cerca de 53.000 uruguayos que viven de forma directa o indirecta del sector lechero”, indicó Delgado.

También habló en términos similares el senador del Partido Colorado, José Amorín Batlle. “Que deseamos que sigan los negocios con Venezuela y con cualquier otro país del mundo que nos pague bien y nos pague, por supuesto”, señaló. Además, remarcó que recordaba “la intención de hacer negocios de temas lácteos con Venezuela desde siempre”.

Al respecto, Amorín Batlle contó una anécdota del expresidente Jorge Batlle, que cuando era mandatario “iba con una horma de queso a las reuniones con Hugo Chávez, se la regalaba y le decía: ‘Chávez, ¿cuándo me vas a comprar el queso de Uruguay?’. Siempre fue un mercado bueno, siempre tuvimos esa aspiración y ojalá que siga, que Venezuela mejore, y que las cosas funcionen”.

Luis Lacalle Pou planteó el tema de la “sociedad política, ideológica y personal entre el gobierno actual y el anterior de nuestro país, con el régimen venezolano”, en referencia al mandato de José Mujica y el de Nicolás Maduro en Venezuela.

“Este proyecto es fruto de un negocio con algunas apoyaturas artificiales que, dicho sea de paso, no es ni la calidad de nuestro producto, ni la calidad de la cadena productiva en este sentido; es lo vulnerable y endeble de las relaciones amistosas personales en distintos regímenes. Todos sabemos la situación por la que atraviesa la industria láctea y los productores lecheros, y parte de esa situación -aparte de algunos factores internacionales-, es la debilidad del negocio con Venezuela”, indicó Lacalle Pou.

Los frenteamplistas Leonardo de León y José Mujica respondieron a Lacalle Pou. De León dijo que las industrias ni la mayor parte de las gremiales del sector “en ningún momento politizaron el tema y, lamentablemente, algunos pensaron más en lograr tres o cuatro votos tratando de politizar esta situación difícil para este sector tan importante y no pensaron más en cuidar los esfuerzos que han hechos estas cadenas durante décadas”.

Mujica, por su parte, remarcó que Uruguay es el país de América Latina que proporcionalmente exporta más lácteos per cápita. “En Uruguay más del 70% de la leche que se produce se tiene que exportar. En esas condiciones no hay ningún país en América Latina. Por lo tanto, nuestra producción depende enormemente de lo que pase en el exterior”, indicó.

Además, añadió que “cualquiera sea el régimen político, durante muchos años (Venezuela) va a seguir importando y no va a tener más remedio que importar”.

“Antes que el Uruguay vendiera, el gran productor exportador a Venezuela era Estados Unidos. Pienso que Uruguay debe tener la inteligencia de tratar de mantenerse presente en ese mercado todo lo posible”, agregó Mujica.

Como respuesta, Lacalle Pou expresó: “¿le cabe la menor duda de que las relaciones entre Uruguay y Venezuela están íntimamente signadas en los últimos años por afinidad política? No se puede ser tan caradura, señor presidente”, hablándole a quien preside la Cámara de Senadores, Raúl Sendic.

En ese momento se escucharon abucheos al legislador nacionalista y Mujica le gritó: “andá a decirle eso a tu padre, bo”; a lo que Lacalle Pou respondió “pida la palabra que no me va a correr gritando”.

El nacionalista intervino una vez más, insistiendo en el tema, y señalando que “no se puede venir acá a decir ni por parte del senador Mujica ni por parte del senador De León, que politizamos este tema”.

“¡Por favor! ¿A alguien le cabe la menor duda que la mayoría de los negocios, muchos de ellos frustrados, son por una íntima vinculación política? Yo no puedo dejar que se digan esas cosas. Ya vamos a tener tiempo en el Parlamento de investigar estos temas, ya nos enteraremos qué fue realmente lo que pasó. Pero, mientras tanto, no podemos dejar de decir aquí, en esta Cámara, alegremente, que nosotros politizamos una situación que tiene en su esencia una relación y vinculación estrechamente política, ideológica y seguramente también algunos otros elementos”, dijo Lacalle Pou.