Barreiro explicó en No toquen nada que predecir en este momento qué va a suceder en los próximos meses en el Océano Pacífico con los fenómenos de El Niño y La Niña “es una mala opción”.
“Nuestro otoño es una barrera de previsibilidad para saber qué va a hacer El Niño o La Niña en los futuros meses”, señaló Barreiro y citó el caso de 2014, cuando “en abril se estaba diciendo que iba a haber un ‘súper El Niño’ y al final no pasó nada”.
De todas formas, aclaró que “hay razones por las cuales esperar que se dé una Niña en los próximos meses”. Se refirió a que “la configuración de anomalías de temperaturas en el Océano Pacífico está perfecta para que se desarrolle una Niña, porque está frío por debajo de la superficie”, contrario a las condiciones que se dan con El Niño, que sucede cuando el Océano está caliente por debajo de la superficie.
Además, dijo que desde 1950 hasta hoy se han desarrollado 14 Niñas, aproximadamente, de las cuales 13 ocurrieron en los dos años siguientes a un Niño.
En cuanto al posible efecto que esto podría tener, explicó que “para decir si las lluvias van a estar por debajo de lo normal, no solo hay que esperar si viene o no La Niña”, ya que “son todas diferentes”.
Lluvias casi récord
Las precipitaciones caídas sobre todo el país durante el trimestre febrero-marzo-abril estuvieron por encima de los promedios, con un desvío positivo de +80% en promedio, según el informe de perspectivas climáticas para el trimestre mayo-junio-julio del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) y la Udelar.
Barreiro indicó que esas lluvias fueron “excepcionales”, y que abril fue el mes con mayor incidencia en esta estadística. Dijo que en el norte del país cayeron entre 500 y 550 mm cuando el promedio histórico es de 120 mm.
En todo el país, las precipitaciones alcanzaron los 300 mm, es decir, unas tres veces más del promedio en todo el territorio nacional.
Tanto volumen de lluvias no alcanzó a superar el récord histórico que se dio en abril de 1959, cuando llovieron cerca de 700 mm en el norte del país. Para Barreiro, “esto no lo hace menos importante”, porque “es la segunda vez que tenemos lluvias tan fuertes en abril en un año determinado”.
En cuanto a las temperaturas medias del trimestre febrero-marzo-abril, el informe indica que tuvieron sesgos positivos de +0,5ºC, con el sureste como la zona con desvíos superiores, alcanzando a +1ºC.
Un mayo frío “esperable”
Respecto a las previsiones para el trimestre mayo-junio-julio, Barreiro mencionó que es “esperable que el mayo siguiente a un Niño sea frío” y que este fenómeno “se está debilitando” y suele terminar entre mayo, junio y julio del año siguiente al que se desarrolla.
El informe de Inumet y la Udelar espera “lluvias cercanas a lo normal para la mayor parte del país, excepto el extremo norte donde se esperan condiciones ligeramente más húmedas” para mayo-junio-julio.
Sobre la temperatura del trimestre, el informe indica que la media se ubique cercano a lo normal, aunque se esperan sesgos negativos para el litoral oeste y aumentos para el noreste, este y sureste.
