La subsecretaria de Salud Pública, Cristina Lustemberg, dijo a No toquen nada que el último viernes se vacunaron 23.000 personas y quedan unas 40.000 dosis de las 500.000 que había.
La jerarca explicó que no se compraron más dosis en un inicio porque siempre sobra una gran cantidad. En el año 2015, por ejemplo, se desecharon 53.000 vacunas.
“La fabricación de vacunas de la gripe ya está escaseando por las características epidemiológicas que ha tenido en el mundo. Tanto en el hemisferio norte como en el hemisferio sur no es que hay una disponibilidad muy grande de vacunas por parte de los fabricantes”, señaló.
Hasta el momento se vacunó el 50% del personal de salud, el 15 de los niños y un 26% de embarazadas 26%. Además se vacunó el 22% de los adultos mayores.
El brote de enfermedades respiratorias y la muerte de cuatro personas por la gripe H1N1 llevó a una demanda muy alta. El viernes, por ejemplo, se vacunaron 23.000 personas.
El senador Javier García pidió que se use un avión de la Fuerza Aérea para traer las vacunas más rápido. Lustemberg explicó por qué en esta instancia no lo harán ya que hay que analizar “el seguro, las condiciones, la cadena de frío”, entre otras condiciones.
