Aldo La Marca

El único proyecto es ganar

El Real Madrid, sin una clara planificación deportiva, se coronó campeón de Europa por undécima vez en su historia. Sergio Ramos levantó su primera orejona como capitán.

Actualizado: 01 de junio de 2016 —  Por: Aldo La Marca

El único proyecto es ganar

AFP

Previo a la final de Lisboa en 2014, el equipo blanco tenía doce años sin llegar al partido decisivo. El pasado 28 de mayo, en Milán, ganó su segunda Champions League en las últimas tres temporadas.

Este presente del Real Madrid es difícil de analizar. Es un equipo plagado de estrellas, con una gorda billetera, pero sin un proyecto fijo. El plan fue, es y será ganar, ganar y ganar, sin importar cómo.

La temporada comenzó con el injusto despido de Carlo Ancelotti como director técnico y la contratación de Rafael Benítez, quien no cumplió con las expectativas. Zinedine Zidane tomó las riendas del equipo en enero y la mejoría fue notoria. Tomando provecho de dos piezas muy utilizadas por el técnico español, como Lucas Vázquez y Casemiro, el francés armó el equipo en torno al mediocentro brasileño. La actuación del 14 durante la campaña, y específicamente en la final europea, es consagratoria. Keylor Navas disipó toda duda que había sobre su rendimiento a comienzos de temporada, y la revitalización de Pepe fue clave en el tramo final. Carvajal demostró ser ampliamente superior a Danilo, y Kroos volvió a ser aquel jugador que quedó campeón del mundo en Brasil. Bale levantó notablemente su rendimiento tras una mala temporada 2014-15. Ramos apareció nuevamente en los partidos importantes y Cristiano estuvo fantástico como de costumbre.

La improvisación reinó durante toda la campaña. Aun con el Madrid en la final, la continuidad de Zidane seguía en el aire. El club no cuenta con una planificación clara, ni es el equipo que mejor juega, pero tiene una fibra ganadora que lo hace único.

El camino de los principales equipos de Madrid a la final fue muy distinto. El Atlético llegó con hambre de revancha tras haber eliminado a “dos de los tres mejores equipos del mundo”, como los describe Simeone. En cuartos de final sacó de competencia al Barcelona y en semifinales al Bayern (grandes favoritos). El Madrid tuvo que lidiar con Wolfsburgo y Manchester City (a ambos les pesó la instancia). Los rivales derrotados embellecen o afean el camino, pero al final lo importante es alcanzar la meta.

El partido tuvo como principal protagonista a la solidez defensiva. El Atlético demostró contar con más y mejores armas que hace dos años, y el Madrid aprendió la lección de los últimos derbis de liga.

Físicamente fue más el equipo del Cholo, mientras que el de Zidane aprovechó su dominio en la primera media hora de partido para abrir el marcador. Los blancos entendieron, a partir de ahí, que el Atlético tenía que abrirse y buscar el partido, atacar, dominar, tener la pelota; salir de su zona de confort. Entregaron la posesión de balón y bajaron revoluciones, esperando alguna oportunidad de contraatacar y marcar el segundo.

Las contras del Madrid no tuvieron resultado por varias razones: Benzema y Cristiano no se recuperaron bien de sus respectivas lesiones (por más de que hayan dicho lo contrario) y no estaban a tope físicamente. Luego, el rendimiento de Juanfran, Savic, Godín y Filipe Luis fue notable, además de Oblak. Sin embargo, el equipo blanco logró llegar al arco contrario en varias ocasiones y tuvo las más claras del partido.

La posesión fue del Atlético, pero con transiciones lentas. Al equipo rojiblanco le costó sorprender al Madrid, sobre todo en el primer tiempo. La entrada de Carrasco por Augusto Fernández tras el descanso fue clave. Los colchoneros ganaron velocidad arriba y el belga fue el autor del empate. Griezmann tuvo la chance de igualar el partido más temprano de penal, pero la pelota pegó en el travesaño.

Ya en la prórroga ambos estaban extenuados. El panorama era más alentador para el Atlético, que aún le quedaban dos cambios. Zidane gastó los tres precipitadamente en el tiempo reglamentario (la salida de Carvajal fue obligada por lesión), y durante los últimos 30 minutos Bale no podía correr por los calambres. Simeone no supo sacar provecho de esa supremacía física y psicológica tras el empate, y le dio vida al Madrid. Grave error. Cuando ya se vislumbraba una definición por penales, el entrenador argentino decidió darle minutos a Thomas antes que a Correa.

En los penales, cada equipo eligió su lado preferido del arco para patear. Lucas Vázquez y Saúl demostraron, una vez más, que les sobra personalidad. Patearon sus respectivos penales y con mucha seguridad. A Juanfran le tocó ser el villano de la historia, y a Cristiano Ronaldo el héroe. El portugués tuvo un partido discreto, disminuido físicamente, pero una vez más demostró tener agallas de acero. Mientras cada jugador miraba atento al arco donde se definía el campeón, Simeone no paraba de pedir aliento a la hinchada colchonera.

El mensaje del Cholo en la rueda de prensa posterior fue claro y sincero. No solo tildó de fracaso perder dos de las últimas tres finales, sino que también admitió que reflexionará sobre su continuidad. El ciclo del argentino como técnico del Atlético puede llegar a su fin, y dudo que su posición fuese distinta en caso de haber ganado la orejona.

El fútbol ha sido cruel con el Atlético de Madrid, pero quedó demostrado que este es el camino a seguir para conquistar Europa. Juanfran se encargó de levantar el ánimo a la afición y a sus compañeros a través de una carta abierta, y agradeció el afecto de los hinchas para con él tras fallar el único penal de la tanda.

“Hace dos años os dije que volveríamos a una final, ahora os digo que Gabi, nuestro capitán, levantará la Champions más tarde o más temprano y lo celebraremos todos juntos en Neptuno”, Juanfran a través de su carta abierta a la afición. 30 de mayo de 2016.

No estoy seguro si será Gabi el que la levante, pero de que el Atlético la ganará tarde o temprano no me queda duda.

En el Real Madrid continúan las incertidumbres de cara a la próxima temporada, aun siendo campeones de Europa. El capricho de la directiva por De Gea pone interrogantes a la continuidad de Navas, quien demostró ser arquero de equipo grande. La situación de Zidane parece esclarecerse tras la consecución de la Undécima, pero hasta la semana pasada no era claro su futuro. El proyecto del Madrid es ganar, de manera inmediata y por encima de todas las cosas. Si el técnico de turno no lo logra, que venga el siguiente. Así lo ve esta directiva.

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