Gobierno y FARC firman una paz que debe ser refrendada por los colombianos

Colombia sella este lunes un histórico acuerdo de paz con la guerrilla FARC, encaminándose al fin de un conflicto que ha dejado cientos de miles de muertos en más de medio siglo.

Actualizado: 26 de setiembre de 2016 —  Por: Redacción 180

Gobierno y FARC firman una paz que debe ser refrendada por los colombianos

Juan Manuel Santos y Timoleon Jimenez, Timochenko (Daniel STAPFF / AFP)

El presidente Juan Manuel Santos y el máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), Rodrigo Londoño, más conocido por sus nombres de guerra Timoleón Jiménez y Timochenko, firmarán en la turística Cartagena, en la costa del Caribe, el pacto alcanzado el 24 de agosto tras casi cuatro años de negociaciones en Cuba. 

"¡Hoy puedo decirles que vivimos #LaFeliSÍdad de un nuevo amanecer para Colombia, una nueva etapa de nuestra historia, la de UN PAÍS EN PAZ!", tuiteó el mandatario horas antes del acto previsto a las 19 horas de Uruguay.

Unas 2.500 personas de blanco según el protocolo, entre ellas 250 víctimas, escucharán a quienes, enemigos por décadas, lograron lo que parecía imposible: acabar con la violencia entre guerrillas, paramilitares y agentes del Estado, que ha dejado ocho millones de víctimas, entre ellas 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.

La ciudad amurallada, resplandeciente bajo un sol inclemente, se vistió de gala para la ocasión, adornada con palomas de la paz con una cinta amarilla, azul y roja, colores de la bandera colombiana.

Al acto asistirán 15 jefes de Estado, entre ellos el cubano Raúl Castro, anfitrión de las conversaciones auspiciadas también por Noruega, Venezuela y Chile; el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry; el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; el rey emérito de España, Juan Carlos, y numerosos representantes de organismos internacionales. 

"Abogamos porque este acuerdo sea la oportunidad para una paz definitiva y con justicia social", dijo la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), instando a "la construcción de la equidad" en Colombia. 

La Unión Europea prepara por su parte la suspensión de las sanciones adoptadas contra las FARC, aunque seguirá formando parte por ahora de su lista de organizaciones terroristas, según indicaron fuentes diplomáticas.

La firma con "balígrafo"

El pacto, un texto de 297 páginas que esencialmente busca cambiar "balas por votos", promoviendo el desarme de la guerrilla y su transición a la vida política legal, se firmará con un "balígrafo", un bolígrafo elaborado con balas, una réplica del cual será obsequiado a los visitantes.

La jornada inició con un homenaje a la fuerza pública, a quienes Santos agradeció "su sacrificio y su valor".

"Entre todos logramos silenciar los fusiles de la guerra y entre todos construiremos el camino de la paz", dijo el general Jorge Hernando Nieto, director de la Policía, que lanzó un libro de gran formato, con fotografías y 50 crónicas de reconciliación, que será entregado a los visitantes.

En la Iglesia de San Pedro Claver, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano y enviado del papa Francisco al acto, encabezaba "una oración por la reconciliación de los colombianos", que iba a replicarse en todos los lugares de culto del país.

Es un "acuerdo muy completo", e implementar lo negociado en reforma agraria, lucha contra el narcotráfico, inclusión de los exguerrilleros en procesos políticos, y aplicación de la justicia transicional, requerirá "mucho liderazgo", estimó el canciller noruego, Borge Brende, en entrevista con la AFP.

El pacto fue ratificado el viernes pasado por las FARC, nacidas de una sublevación campesina en 1964 y actualmente con unos 7.000 combatientes, al cabo de una inédita conferencia guerrillera con aval del gobierno y abierta a la prensa en El Diamante, un remoto paraje del sur del país.

"Se acabó la guerra, vamos todos a construir la paz", escribió Timochenko en Twitter, citando las conclusiones del encuentro.

Cadena humana contra la firma

Para entrar en vigor, el acuerdo debe ser aprobado en un plebiscito convocado para el 2 de octubre, que según las últimas encuestas será favorable al 'Sí'. 

Lo negociado con las FARC es fuertemente criticado por la oposición liderada por el expresidente Álvaro Uribe, quien este lunes acompañaba en Cartagena una cadena humana de rechazo a la firma.

La paz en Colombia no estará completa mientras siga activo el Ejército de Liberación Nacional (ELN), también alzado en armas desde 1964.

Esta guerrilla guevarista y el gobierno anunciaron en marzo su intención de instalar una mesa formal de diálogos similar a la de las FARC, que aún no se ha concretado ante la reticencia del grupo armado a abandonar el secuestro, condición impuesta por Santos para avanzar en las negociaciones.

El ELN anunció una tregua unilateral, vigente del 30 de septiembre al 5 de octubre, para "facilitar la participación" ciudadana en el plebiscito, "un gesto positivo" según el gobierno.