Vázquez dijo que sabía que la decisión dejaría “a algunos contentos y a otros descontentos” pero que habían estudiado “a fondo” el tema y entienden que “es la medida correcta en este momento”.
En cuanto a los motivos para no adelantar la hora en 2016, dijo que “no podemos estar cambiando todos los años, un año sí y uno no”, teniendo en cuenta que el año pasado se mantuvo el horario natural “y dio determinado resultado”.
Además, dijo que tuvieron en cuenta que Argentina y Brasil también lo mantendrán y que dará la posibilidad de hacer una evaluación.
Vázquez también se refirió a que no se debe perder de vista que “en Turismo llegan y salen una cantidad importante de vuelos internacionales del Uruguay, y hacer un cambio de horario implica necesariamente que las compañías de aviación internacionales tengan que reprogramar todos sus vuelos y la parte informática”. Añadió que “eso lleva un tiempo importante y una serie de inconvenientes” que pretenden evitar con esta medida.
Por último, el presidente dijo que “cuando se instaló el cambio de horario, fue por un tema de ahorro energético” y que “en aquel momento, Uruguay producía energía eléctrica con petróleo o en las represas”, añadiendo que “el petróleo estaba muy caro y el cambio de horario implicó un ahorro en una temporada de entre ocho y diez millones de dólares”.
“En la última vez que se cambió el horario, el ahorro fue ínfimo, entre 200.000 y 300.000 dólares. Entonces, el elemento fundamental que llevó al país a cambiar el horario, ya no está presente”, dijo Vázquez.