“Lo mejor que podemos hacer por su memoria es seguir amando al porvenir como él”

El cortejo fúnebre con los restos de Jorge Batlle salió desde el Palacio Legislativo, pasó por la sede del Partido Colorado y culminó en el Cementerio Central, donde fue sepultado el exmandatario. Allí, Luis Hierro López, que ejerció la vicepresidencia durante el mandato de Batlle, dio un discurso sobre el expresidente en el que destacó su coraje intelectual, su lucha contra la dictadura y su capacidad para mirar al porvenir.

Actualizado: 25 de octubre de 2016 —  Por: Redacción 180

“Lo mejor que podemos hacer por su memoria es seguir amando al porvenir como él”

El féretro con los restos de Jorge Batlle siendo retirado del Palacio Legislativo (MIGUEL ROJO / AFP)

Durante su oración en el Cementerio Central, Hierro López expresó que era “un día de tristeza para la República y de congoja y dolor para el Partido Colorado”.

“Si alguna reconciliación posible nos queda en nuestro espíritu es que Jorge vivió y murió a su medida. Vivió luchando por su partido y por la libertad y murió luchando por su partido y por la libertad. Y todos quienes le conocimos de joven sentimos que era un hombre de un enorme coraje intelectual, porque solamente un hombre así pudo haber planteado en su propio partido ideas que iban en contra de la corriente”, expresó el exvicepresidente, recordando que Batlle planteó sustituir el gobierno colegiado por el presidencialismo y fue quien “propuso las primeras ideas de apertura económica” en un partido “estatista y dirigista”.

También se refirió a su papel en la lucha contra la dictadura militar. Hierro López dijo que Batlle “fue el primero en denunciar una conspiración militar y fue el primer político preso por la dictadura”, lo que “habla de su grandeza moral y su fuerza de espíritu”. Además, dijo que fue quien organizó las jornadas clandestinas en 1980 en el interior del país y fue el primero que planteó hacer un acto en el Obelisco “para expresar nuestro amor por la democracia y la libertad”.

“Fue pionero de tantas cosas a lo largo de la vida que no tenemos más que gratitud hacia esa cuestión ejemplar”, comentó.

Hierro López también destacó la “enorme abnegación” y el “coraje silencioso con el que enfrentó aquellos días difíciles de la crisis del 2002” y comparó su situación con la del expresidente del Gobierno de la Defensa, Joaquín Suárez, cuando “rodeado por sus enemigos pero con un coraje sereno se puso al servicio de la libertad”.

Remarcó también su lucha por la vigencia de la libertad de prensa y los partidos políticos durante la crisis, añadiendo que “no hizo otra cosa que cumplir con su deber, sabiendo que quizás en el cumplimiento del deber no iba a encontrar todo el apoyo de la opinión”.

El exvicepresidente indicó que a Batlle se lo veía “tan bien, tan vital, hablando siempre del porvenir” que nunca pensaron que podía morirse. “Teníamos la impresión de que era inmortal, que estaba un poco por encima de las edades y los avatares de la salud y la vida”.

“En un día tan difícil para el Partido Colorado, lo mejor que podemos hacer por su memoria es seguir amando al porvenir como él lo amaba. Nuestro porvenir es la sonrisa de Jorge, es su mensaje de esperanza, es encontrarnos un día con esa sonrisa formidable que tenía, esa carcajada, ese desenfado que tenía para hacer las cosas, y aprendamos de su vida que ha sido un ejemplo y aprendamos de su muerte que ha sido un ejemplo”, agregó.

Cerró su discurso acudiendo a sus “viejas contraseñas combativas”: “¡Viva Jorge Batlle! ¡Viva Batlle! ¡Viva el Partido Colorado! ¡Viva la República! ¡Viva la libertad!”.