Los científicos descubrieron que el fósil descubierto en East Sussex, Inglaterra en 2004 por un cazador de fósiles amateur, tenía vasos sanguíneos y capilares, así como restos de tejido de corteza cerebral y las meninges, según publicó The New York Times.
El artículo cita a un estudio publicado por la Sociedad Geológica de Londres, firmado por los científicos Martin Brasier, David Norman, Alexander Liu, Laura Cotton, Jamie Hiscocks, Russel Garwood, Jonatan Antcliffe y David Wacey.
David Norman dijo a The New York Times que es muy inusual que tejidos tan frágiles como esos se hayan preservado durante tantos millones de años. La teoría de los científicos es que el fósil perteneció a un Iguanodón que cayó a un pantano donde su cabeza quedó enterrada bajo el sedimento.
Norman añadió que si bien es un hallazgo inédito no cambia demasiado lo que se sabía acerca de los dinosaurios ya que era sabido que tenían cerebros similares a los de los cocodrilos y las aves.
Sin embargo, mencionó que el hallazgo ayudará a que los paleontólogos investiguen sus fósiles con mayor cuidado, ya que queda demostrado que tejidos tan sensibles como esos pueden permanecer hasta nuestros días.