Una pelea por los derechos que ya lleva seis meses

Durante años los jugadores de la selección reclamaron en silencio por los derechos de imagen que usufructuó Tenfield al amparo de la Mutual. En 2016 visibilizaron el conflicto, al que se sumaron los futbolistas del medio local. Lejos de solucionarse, las diferencias se ahondan cada día más.

Actualizado: 16 de enero de 2017 —  Por: Diego Muñoz

Una pelea por los derechos que ya lleva seis meses

AFP

Desde su primer día, cuando entró a la AUF gracias a Eugenio Figueredo y sus compañeros de Ejecutivo en 1998, el discurso de Tenfield fue que nació para ayudar al jugador.

El eslogan quedó desterrado para siempre luego que la inmensa mayoría de los futbolistas uruguayos marcaran distancia de la empresa de Casal y comenzaran a pelear por sus derechos de imagen. Ese es el fondo de la cuestión más allá de los nombres y de los personajes que aparecieron en el medio para embarrar la cancha.

Desde la entrada en vigencia del contrato con la AUF y hasta el 31 de diciembre de 2016, todo el dinero que generó la imagen de jugadores como Luis Suárez, Diego Forlán, Edinson Cavani, Diego Lugano, Diego Godín y otros, se lo quedó Tenfield. Incluso, si venía una empresa a contratarlos ellos tenían que pedir permiso a Tenfield para que los dejara usufructuar su propia imagen.

Cansado de esta situación, en 2013 el plantel de la selección entregó en la AUF una carta para exigir la libertad de sus derechos de imagen. El Ejecutivo de Bauzá consiguió devolverle los derechos a sus legítimos dueños lo que, sumado a otras muestras de independencia, le costó su salida tras un golpe orquestado por Casal y del que participó la Mutual de Saravia.

El conflicto entre los jugadores celestes y Tenfield se visibilizó en agosto de 2016, tras la propuesta de Nike para vestir a la selección uruguaya a cambio de un contrato anual de 3,5 millones de dólares. Puma, a través de Tenfield como empresa intermediaria, ofrecía 750.000 dólares al año.

El 22 de agosto, previo a la votación en la AUF que ganó 10 a 9 Nike, los jugadores de la selección publicaron una carta en la que expresaron: “En horas decisivas para el fútbol uruguayo, solo exigimos que haya dignidad, transparencia y respeto por la gente”.

Una semana más tarde, el capitán Diego Godín dio una conferencia de prensa en el Complejo Uruguay Celeste. “Exigimos que la AUF tenga independencia para poder generar sus propios recursos, para que pueda tener sus propios ingresos y haya una libre competencia. Hace tiempo venimos hablando de un convenio de imagen, de una cesión de imagen de parte de los jugadores a la AUF para que tenga esa posibilidad de generar todos sus recursos y explotarlos de la mejor manera para que genere lo mejor para el fútbol uruguayo, para los clubes y para el futbolista”, dijo.

Contó Godín que “el espíritu es que la explotación sea en conjunto entre los jugadores y la AUF”. La frase dejó en claro que los jugadores no aceptarían a Tenfield como intermediario tal cual había ocurrido hasta ese entonces.

En ese momento Godín habló de la Mutual. Aclaró que lo que se genere iría entre otros para el gremio y remarcó: “los jugadores de la selección no queremos hacer un peso más. Lo que queremos es aportar al fútbol. Que el dinero que generan los jugadores sean los jugadores los que lo manden adonde tiene que ir”.

“Tuvimos reuniones con la Mutual. Están enterados de todo. Son la Mutual de futbolistas, tienen que apoyar a los jugadores, así que no me espero otra cosa que en este camino se apoye a los futbolistas, al fútbol uruguayo y al bien común para nuestro fútbol. Eso espero”, dijo Godín. Esa postura de los jugadores de la selección hacia la Mutual fue la tónica durante todo el conflicto. Pensaron en el gremio como aliado, buscaron protegerlo, decidieron no involucrarlo nunca en el distanciamiento con Tenfield y lo respaldaron públicamente cuando Tenfield dijo que la Mutual les vendió los derechos sin tenerlos.

El asado al que Godín no fue

Por esos días, Godín rechazó una invitación del vicepresidente de Tenfield, Nelson Gutiérrez, a comer un asado. Gutiérrez y el presidente de la Mutual, Enrique Saravia, buscaron también reunirse con varios actores más.

Mientras, la empresa Tenfield anunció que igualaría “en todos sus términos” la propuesta de Nike y se quedaría con la camiseta celeste.

El 28 de setiembre la AUF intimó a Tenfield para que en un plazo de 48 horas anunciara cuál sería la marca de ropa deportiva que vestiría a la selección en caso de que la empresa de Casal cumpliera con la igualación. En esa misma intimación exigió que ocho días más tarde estuviese el contrato final para que la AUF lo pudiese evaluar.

El plazo venció el sábado 8 de octubre. Ese día el contrato no apareció. Tampoco llegó en toda la semana posterior. Recién se concretó el 18 de octubre, diez días después de vencido el plazo.

El segundo comunicado

El 27 de octubre, en un comunicado hecho público en sus cuentas de Twitter, los futbolistas de la selección acusaron a Tenfield de explotar los derechos de imagen "en contra de todo criterio de racionalidad y justicia" y exigieron, tanto a la empresa como a la AUF, que "cesen de forma inmediata" de usarlos "de forma ilegítima". Además, aseguraron que no lo cederían a ningún intermediario.

“Nuestro fútbol uruguayo está cada día más pobre y necesitado de recursos. Los jugadores locales son los protagonistas de este deporte y, sin embargo, son los que más sufren esta situación. Ello fue lo que impulsó a los jugadores a implicarse y colaborar en acercar a la AUF, también a pedido de esta, una oferta superior en cinco veces a la que tenían encima de la mesa. Esta propuesta evidencia el verdadero valor del patrimonio de la selección uruguaya y el bajo precio pagado hasta el momento por la empresa intermediara TENFIELD.

Ante esta situación, queremos manifestar a nuestra gente que este grupo de jugadores no va a tolerar que se continúe vendiendo los rubros que conforman el patrimonio de la selección a ningún intermediario, para que después, este especule con los mismos, quedando el beneficio en sus manos y no en las del fútbol uruguayo”, decía el comunicado.

Esa misma noche, la empresa Tenfield publicó un comunicado en su web, en el que dijo que la carta de los futbolistas de la selección es “una acusación infundada” y que los jugadores “no han sido transparentes”. Además, señaló que la postura de los jugadores le genera perjuicios en su “imagen y reputación”.

Cuatro días más tarde, la Mutual reconoció que la razón le correspondía a los jugadores, que había negociado los derechos de imagen sin autorización y que asumiría las consecuencias.

“Esta C.D. asumió y asume su error involuntario y se va a responsabilizar por el mismo, sea cual sea la consecuencia”, publicó en su cuenta de Twitter. Además, agregó otros dos tuits: “El comienzo de este proceso de selección y más aún, cundo asumieron la postura de negociar ellos mismos su derecho de imagen. Es unánime el apoyo, respaldo y defensa de los futbolistas por parte de nuestra C.D. Hemos estado en permanente contacto con ellos”.

El 8 de noviembre, en el primer entrenamiento de cara a la doble fecha de Eliminatorias, el plantel de la selección pidió camisetas sin los sponsors de Tenfield. Así salieron a la cancha a entrenar.

Tras el movimiento, Godín y Álvaro González comparecieron ante la prensa en una sala de conferencias que lucía con un fondo blanco, sin las publicidades detrás.

En diálogo con 180, Godín se limitó a aclarar que eso formó parte del reclamo. “Lo que estamos haciendo es reclamar derechos que nos pertenecen, que son legítimos, y que es una herramienta que consideramos importantes para ayudar al fútbol uruguayo y a nuestros jugadores. Ni más ni menos”. Agregó que “es una responsabilidad” que tienen “ante la sociedad y ante el fútbol uruguayo. Sabemos que podemos ayudar, por qué no hacerlo”. 

La irrupción de los jugadores del fútbol local

El 18 de noviembre los futbolistas de los equipos del fútbol uruguayo salieron a la cancha. En una carta que contó con el apoyo del gremio, en ese momento todavía del lado de sus asociados, pidieron renegociar los derechos de imagen. También pidieron no firmar contratos a largo plazo, tener “voz y voto” dentro de la AUF y aseguraron que no habrá cambios “mientras el negocio del fútbol esté en manos de unos pocos”.

“Suscriben esta carta todos los jugadores de Primera y Segunda División del Fútbol Uruguayo con el apoyo de la Comisión Directiva de la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales”, cerraba el texto.

Ocho días más tarde, en los partidos televisados de la fecha, los planteles de El Tanque y Torque, de Cerro y Rampla y de Defensor y Danubio, mostraron un cartel motivado por sus reclamos con la leyenda “Por nuestro fútbol #MASUNIDOSQUENUNCA”. La pancarta también iba a ser exhibida en el clásico Peñarol-Nacional que no se jugó por incidentes.

Si bien en Cerro-Rampla la transmisión de Tenfield mostró el cartel unos pocos segundos, al tomar por sorpresa a quienes participaban, cuando los jugadores del partido Defensor-Danubio tomaron la pancarta para desplegarla desaparecieron de la imagen. El comentarista oficial de Tenfield, Juan Carlos Scelza, dijo que era una pancarta contra la violencia y empezó a hablar de la alineación de Defensor.

El 6 de diciembre los jugadores de la Mutual reunidos en Asamblea, votaron rescindir el contrato de derechos de imagen de los jugadores del fútbol local que la directiva de la Mutual había cedido a Tenfield hasta 2019.

Sin embargo y a espaldas de sus asociados, la Mutual había firmado el 2 de diciembre junto a la empresa Tenfield la rescisión de dicho contrato. Ese hecho no se lo comunicó a sus afiliados durante la asamblea.

El 7 de diciembre Fabián Pumar renunció a su cargo de secretario general de la Mutual. Fue el comienzo de un cambio público notable de la directiva del gremio presidido por Enrique Saravia.

El 8 de diciembre la Comisión Directiva de la Mutual publicó un comunicado oficial en la página de Tenfield en el que aseguró que “no se equivocó en su proceder”.

Dijo que "en reiteradas asambleas de asociados se aprobó por unanimidad" comercializar derechos de imagen con la empresa y que como contraprestación "ha recibido pagos de Tenfield y otras prestaciones o beneficios como ser afiliaciones a mutualista médica de plaza y asistencia por emergencia móvil, entre otros".

El 14 de diciembre los delegados de todos los equipos de la A y de la B presentaron en la Mutual una carta con 590 firmas para pedir la renuncia de la directiva "El accionar de la Mutual es motivado por intereses ajenos y no por la defensa y protección de sus afiliados", dijeron.

Los delegados no fueron recibidos por Saravia.

El rol del Tribunal de Honor

El 3 de enero los delegados se reunieron con el Tribunal de Honor de la Mutual, una reunión que fue a pedido de Juan Ricardo Faccio, actual integrante de un programa de Tenfield. De esa reunión participaron cinco jugadores junto a un abogado y un escribano que los asesoraron, mientras que por el tribunal estaban Faccio, Balparda, Techera, Corbo y la escribana Liliana Sosa.

“En menos de dos minutos los asesores legales se pusieron de acuerdo con que certificar las firmas era innecesario, aparte que llevaría mucho tiempo y económicamente era imposible sustentarlo”, dijo a 180 Michael Etulain, uno de los participantes.

“Después de eso la reunión fue muy amigable, en ella nos consultaron cuestiones que nosotros planteábamos en la carta de pedido de renuncia, les dimos nuestros argumentos y nuestras pruebas. Los integrantes del tribunal se sorprendieron de todo lo que ha pasado en los últimos meses en la Mutual, al punto que les demostramos con pruebas que la Comisión Directiva había suspendido una reunión de delegados alegando que esa suspensión había sido a pedido del Tribunal de Honor cuando ni siquiera había sido contactado”, dijo Etulain.

Según dijo el arquero de Danubio, los integrantes del tribunal acordaron tener una reunión similar con la Directiva de Saravia y tras esa reunión fallar. Pero antes de eso les pidió 50 firmas certificadas para llamar a una Asamblea general. “Varias veces su escribana, algunos de nosotros y nuestros asesores le intentaron explicar que para pedir una Asamblea él no necesitaba de las firmas, que eso era por si los afiliados querían pedirla. No lo entendió”, señaló Etulain.

Tras la reunión, Corbo dijo ante los medios que el tema de las firmas había quedado en segundo plano.

“Al día siguiente me llamo Faccio a decirme que él iba a seguir con las citaciones de a 15 jugadores para interrogarlos y certificar las firmas porque nosotros no representábamos a la totalidad. Intenté recordarle que los asesores legales en poco tiempo habían reconocido que no era necesario eso pero me respondió de muy mala manera que él me estaba llamando solo para informarme y no para escuchar mi opinión”, recordó Etulain.

A los pocos minutos los abogados de los futbolistas hablaron con la escribana de la Mutual y esta comunicó que el Tribunal había decidido no hacer más citaciones.

Sin embargo el 5 de enero se enviaron mails a los clubes, dirigidos al presidente o director deportivo, para que los planteles recibieran al Tribunal de Honor. “El tribunal no tiene competencia ninguna para hacer eso, es insólito que un tribunal de un gremio recurra a nuestros empleadores o patrones para forzar una reunión con sus afiliados. Y todavía más grave es que se haga una especie de "caza de brujas" atrás de los afiliados en vez de investigar o recopilar información que nosotros solicitamos o reclamamos después de la asamblea del día 6 de diciembre y al día de hoy no la tenemos. Información que los integrantes del tribunal reconocieron en la misma reunión que a ellos se le había hecho imposible acceder”, dijo Etulain.

Uno de esos puntos oscuros es el contrato de cesión de imagen con Tenfield y su posterior rescisión. Ninguno de los dos pudo ser visto por jugadores ni integrantes del Tribunal de Honor.

El 10 de enero el tribunal falló que no cuenta con “elementos probatorios” para pedir la renuncia de la directiva, aunque señala que “correspondería advertir” a la directiva “la necesidad de mantener la documentación de la Mutual al día”.

El 11 de enero los futbolistas llamaron a Asamblea para tratar la renuncia de la directiva. El mismo día, Saravia dijo que los jugadores del fútbol uruguayo están influenciados por los de la selección.