Un empate, lágrimas y mucha emoción en el día que Chapecoense volvió a jugar

Menos de dos meses después de la tragedia aérea que destrozó al equipo, Chapecoense volvió a jugar al fútbol este sábado en un amistoso contra el Palmeiras, en el inicio de una nueva vida entre el recuerdo a los que se fueron y la voluntad de supervivencia.

Actualizado: 22 de enero de 2017 —  Por: Redacción 180

El regreso a las canchas de este modesto equipo del sur de Brasil que conquistó al continente se saldó con un empate 2-2 contra el último campeón nacional, aunque el resultado fue lo de menos en el Arena Condá.

El momento más emotivo del día ocurrió una hora antes del partido, cuando los tres jugadores que sobrevivieron al accidente levantaron la Copa Sudamericana-2016 que la tragedia no les dejó ganar en la cancha.

El arquero Jackson Follmann, que sufrió la amputación de parte de la pierna derecha tras el accidente, enarboló junto al defensor Neto y al lateral Alan Ruschel el preciado trofeo bajo un torrente de aplausos. 

Todo el estadio Arena Condá estaba en pie para recordar a las víctimas entonando "los campeones están de vuelta" y "vamos, vamos, Chape", el grito de guerra de la hinchada de este club modesto pero de espíritu luchador.

Otro de los momentos de mayor intensidad se vivió con la entrada en el césped de las esposas de las víctimas, homenajeadas con un pasillo de honor formado por los niños del club.

Cada una recogió las medallas que hubieran recibido sus maridos, entre sentidas lágrimas de recuerdo y los gestos de cariño de los directivos.

Con las preseas ya al cuello, se unieron a los supervivientes para dar una emocionante vuelta de honor al estadio.     

'Todos campeones'

El Chapecoense se dirigía el 28 de noviembre a Medellín para disputar con el Atlético Nacional el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana cuando el avión se estrelló en las montañas colombianas. De las 77 personas que iban a bordo, 71 fallecieron. Los otros sobrevivientes son el periodista radial Rafael Henzel y dos tripulantes bolivianos, Ximena Suárez y Erwin Tumiri.

A pedido del equipo de Medellín, la Conmebol declaró vencedor del torneo al Chapecoense, que este año disputará por primera vez la Copa Libertadores de América.

En el estadio, un grupo de hinchas portaba una pancarta en la que se leía: "Todos campeones, del tendero al presidente", mientras centenares de origamis con mensajes de homenaje a las víctimas colgaban de las vallas que rodean el césped. 

Pese a que la ciudad de Chapecó se volcó con su equipo, se vendieron menos de 15.000 de las 20.000 entradas disponibles, probablemente a causa de los elevados precios: 80 reales (25 dólares), en un país golpeado por la crisis y el desempleo.

La mitad de la recaudación se destinará a las familias de las víctimas y la otra a la reconstrucción de club, que contrató a 22 jugadores para recomponer sus filas.

Volvieron los goles

El encuentro comenzó después de que sonaran al acordeón los himnos de Brasil y del estado sureño de Santa Catarina, en un guiño a la cultura de esta ciudad de 210.000 habitantes de gran tradición rural.

Aunque el entusiasmo de los hinchas se enfrió un poco con el gol de Raphael Veiga, que abrió el marcador para el Palmeiras a los 11 minutos, el nuevo 'Chape' de Vagner Mancini no tardó en reaccionar y, solo cuatro minutos después el zaguero Douglas Rolli ponía el empate. 

El Arena Condá explotó de alegría para celebrar el primer gol después de tanto tiempo, antes de volver a saltar por el tanto de Amaral al inicio de la segunda parte.

El volante se estrenaba así con su nuevo equipo, al que llegó prestado desde el Palmeiras para contribuir a su reconstrucción.

En el minuto 71, una gran ovación interrumpió el partido en recuerdo a las 71 víctimas del accidente. El estadio se puso de nuevo en pie emocionado y muchos hinchas no podían contener las lágrimas.

Vitinho puso más tarde el 2-2 definitivo, que poco importó sin embargo a una afición que se fue orgullosa de su equipo.

Hacia adelante

Pero el Chapecoense no fue el único en comenzar una nueva vida este sábado. También fue un día de reencuentros para el periodista Rafael Henzel, quien retomó el micrófono tras el accidente para relatar el partido en la emisora Oeste Capital. 

Y como ya ocurrió hace dos meses cuando sucedió la tragedia, el 'pulgarcito' del fútbol continental volvió a concitar la atención de todo el mundo deportivo.

Un total de 241 periodistas de nueve países fueron acreditados para cubrir el amistoso contra el Palmeiras.

"Somos una comuna pequeña, no estamos acostumbrados a semejante notoriedad. Pero esta conmoción mundial nos ha reconfortado. Esta enorme ola de solidaridad nos ha ayudado a erguir la cabeza y a mirar hacia adelante", dijo a la AFP el alcalde de Chapecó, Luciano Buligon.

(AFP)