Gil asumió como presidente de la Junta de Transparencia y Ética Pública, conocida como la Junta Anticorrupción.
En entrevista con No Toquen Nada, Gil destacó los indicios positivos que tiene el país para mejorar la lucha contra la corrupción, pero cuestionó el tiempo que se demoró en definir las nuevas autoridades y la falta de iniciativa de todos los partidos políticos para dialogar sobre el tema. “Si demoraron cinco meses para definir autoridades, el mensaje es que no es muy importante”, sostuvo.
Gil reconoció que la Junta Anticorrupción no ha podido aumentar la eficacia de la lucha anticorrupción en Uruguay y señaló que debe aumentar sus recursos y mejorar su interacción con los otros actores involucrados en el tema.
También señaló que se necesitan algunos cambios legales, como por ejemplo incluir el delito de enriquecimiento injustificado en el ordenamiento jurídico uruguayo.
El nuevo presidente de la Junta dijo que asumió el desafío porque entiende que en el actual contexto se puede cambiar la actitud de las últimas dos décadas del sistema político en el que no se construyeron herramientas eficaces de combate a la corrupción.
