Maestros rescatan la pedagogía moderna: de Freinet a Olegario Villalba

Un grupo de maestros unidos por el interés por la pedagogía del francés Célestin Freinet realiza una investigación en la que relevarán la experiencia del artista y maestro Olegario Villalba aplicando muchas de las ideas de Freinet en escuelas uruguayas.

Actualizado: 02 de abril de 2017 —  Por: Felipe Miguel

Maestros rescatan la pedagogía moderna: de Freinet a Olegario Villalba

Escuela freinetiana en Francia (MARTIN BUREAU / AFP)

La clase-paseo; el diario escolar; la correspondencia entre escuelas; innovaciones en la enseñanza de lectura, haciéndola lectura-trabajo y no algo repetitivo; el aprendizaje a base de pruebas y ensayo en oposición al abstracto habitual y el incentivo al dibujo son algunas de las ideas que impulsó el francés Célestin Freinet.

Nacido en los Alpes en 1896, se alejó de la pedagogía tradicional y fundó una escuela moderna que impactó en diversos países. En Uruguay, Julio Castro y Jesualdo Sosa tuvieron puntos de contacto con las ideas del francés, pero el pintor y docente Olegario Villalba fue uno de los que más las aplicó.

Este maestro de Minas “logró transformar su entorno, dejando huellas en los sujetos que vivenciaron su experiencia”, según indica un documento del Colectivo Freinet-Uruguay, un grupo de maestros de Montevideo que buscan revalorizar la propuesta freinetiana e investigan cómo fue la experiencia uruguaya, a cargo de Villalba.

Para ello, aplicaron al Fondo Concursable para la Cultura, donde obtuvieron 200.000 pesos, que se utilizarán para los gastos en la investigación y la publicación de un libro al final del proceso.

Involucrarse en el día a día

Gabriella Varaldi, una de las docentes, dijo a 180 que uno de los hallazgos que obtuvieron apenas comenzaron fue que Villalba mantuvo correspondencia con Freinet, además de encontrarse con exalumnos de Villalba de la Escuela Nº 50 de Minas y la Escuela Nº 97 de Villa Serrana.

“Una de ellas se emocionó mucho, nos dijo que iba a dejar la escuela porque tenía que trabajar y ayudar a los padres pero Olegario siempre iba a buscarla. Además, contó que dejó la escuela cada vez más linda, hizo una cancha de basquetbol, puso su taller de pintura a disposición de los niños en la Escuela Nº 50 y construyó una estufa en un salón muy grande en el que se morían de frío. Los niños querían ir a la escuela. Esta señora terminó siendo maestra y ahora es inspectora”, contó Varaldi.

En una de las escuelas, Villalba también construyó una imprenta hecha a partir de latas de aluminio y las letras donadas por una imprenta local, siguiendo lo que había hecho Freinet en una escuela rural de Francia.

La comunicación tomó un lugar primordial en la enseñanza al estilo Freinet. El francés impulsó como una necesidad la salida de los niños del aula, la clase-paseo, observando el entorno natural y humano para luego contarlo a los compañeros de forma oral y escrita. Con la ferviente creencia de que “el estudio del medio sólo tiene pleno sentido cuando se intenta obrar sobre él y transformarlo”, según un texto de la Unesco sobre él, Freinet impulsó el diario escolar, que se difundió en el medio familiar, y la correspondencia interescolar, llevando los testimonios de los niños a otros centros.

Se buscaba “que los chiquilines escribieran con un destinatario claro, no que todos escribieran sobre el otoño sino escribirle a alguien de otro país y así estudiaban geografía, los costos del correo y un montón de cosas más”, dijo Varaldi.

Villalba, por su parte, explotó su faceta de pintor y puso su taller en la escuela, donde los alumnos pintaban las sierras a través de las ventanas. Fue el primer maestro de la escuela de Villa Serrana y hoy en día, un proyecto busca que lleve su nombre.

El proyecto del grupo de maestros se llama “Tras las huellas de la escuela moderna. Aportes del maestro Olegario Villalba” y será publicado en 2018. Para contactarse con los docentes, se puede escribir a mepu.freinet@gmail.com o en su grupo de Facebook.