Fatush

Los rabanitos están en su mejor momento. Un dato inútil si usted pertenece a la mayoría de la población que no come rabanitos. Pero si quiere cambiar esa situación la mejor opción es esta receta que une a lo crocante con lo jugoso, a lo ácido con lo dulce y a los árabes con los judíos.

Actualizado: 05 de abril de 2017 —  Por: Maximiliano Guerra

Fatush

Fatush (Foto: Cecilia Niche)

INGREDIENTES (para 4 personas)

1/2 atado de rabanitos

1 lechuga

2 pepinos chicos

3 tomates americanos o 300 gramos de tomates cherry

1 atado de perejil

1 atado de ciboulette o dos cebollas chicas

10 o 15 hojas de menta

2 panes de pita o 1/2 flauta

Aceite de oliva

Jugo de limón, vinagre o aceto balsámico

Sal

Pimentón

 

1. Caliente el horno.

Corte los panes de pita en cuadrados y póngalos en una asadera aceitada.

Mi barrio no se caracteriza por su oferta de panes de pita frescos y los envasados me parecen aberrantes. Si está en la misma situación puede salir del paso con una flauta.

Corte media flauta en cubos y tuéstela en el horno a fuego bajo durante 10 minutos.

2. La fatush es una receta con infinidad de variantes, así que no hay ningún tipo de rigidez con respecto al corte de los ingredientes. El siguiente es el procedimiento más satisfactorio con el que me encontré:
Separe las hojas de la lechuga. Colóquelas una encima de la otra y píquelas, primero en sentido horizontal y luego en sentido vertical.

Pique finamente el ciboulette y el perejil (sin el tallo).

Corte los rabanitos en rodajas.
Le va a sobrar medio atado, antes de guardarlo en la heladera sáquele las hojas, dentro de unos días su nariz se lo va a agradecer.

Corte los tomates. Si compró cherrys, en mitades. Si compró americanos, en cubitos.

Pele los pepinos. Córtelos longitudinalmente en cuatro partes, elimine la zona babosa donde se concentran las semillas. Si tiende a repetir el pepino esto va a minimizar su impacto.

Corte lo que queda del pepino en trozos pequeños.

3. Mezcle en una fuente todos los ingredientes picados junto a las hojas de menta.

En el caso de no encontrar hojas de menta sueltas, puede comprar una plantita y sacrificar sus hojas. En el caso de no encontrar ni siquiera una plantita, puede usar menta seca.

En el caso de no encontrar ni siquiera menta seca, no le ponga menta.
Pero no tire la toalla desde el principio, al eliminar la menta va a sacrificar una nota clave del sabor final de la ensalada.

4. Agregue el pan y el aderezo. Puede ser aceite de oliva con jugo de limón, vinagre o aceto balsámico.

La proporción ideal es tres partes del elemento graso (aceite) por cada parte del elemento ácido (jugo de limón, vinagre o aceto).

Agregue sal.

Para Andrée Maalouf, autora de uno de los mejores libros de cocina libanesa que se hayan publicado en español, “el toque final se le da espolvoreando unos cuantos pellizcos generosos de zumaque; ningún libanés reconocería, si faltasen, ni el sabor ni el color de su fatush”.

Como no va a conseguir zumaque va a tener que renunciar al reconocimiento de ese libanés hipotético. Sustituya el zumaque por pimentón, si es picante mejor.

Listo.

 

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