Así lo señala un informe recientemente publicado por el Centro de Investigación para la Epidemia del Tabaquismo.
Dardo Curti, economista del CIET, dijo a No toquen nada que si bien se están alcanzando niveles de precios en términos reales similares a los de 2010, el peso del Estado y la industria en el negocio cambió.
"Con el último aumento que tuvimos en enero de 2017 estamos casi en el mismo nivel de precios que en 2010, lo diferente es que el impuesto en términos del precio está en el entorno del 65 o 66%, y en cambio en el periodo de 2010 llegó al 72,5%. La contracara: los márgenes de la industria, que por ejemplo en cigarrillos estaba en el entorno del 8,7% en aquel periodo, ahora están arriba del 15%", señaló.
Según el CIET esto sucedió porque la industria tabacalera aprovechó el congelamiento de los impuestos durante el gobierno de José Mujica para mantener estables los márgenes de distribuidores y vendedores minoristas, y aumentar los suyos en base a la caída en términos reales de los impuestos al tabaco.
En este escenario jugó el lobby de la industria tabacalera.
Curti dijo que los intentos por incidir de la industria son lógicos, lo preocupante es que logren los efectos buscados.
"Entendemos que lo que no es aceptable para nuestra sociedad desde nuestro punto de vista es que el Ministerio de Economía acceda a permitir aumentar menos el impuesto y que la industria pueda mejorar sus ingresos a partir de esto. Lo que está ocurriendo es que quien se ve castigada es la política fiscal. Estamos hablando de política fiscal a largo plazo, por un lado estamos hablando del impuesto y por otro lado los gastos. Todos los gastos de salud son muy importantes en Uruguay y lo van a ser cada vez más a futuro", explicó.
Uno de los principales argumentos de la industria en los últimos años para oponerse a los aumentos de impuestos es que, según sostiene, eso causa un aumento del contrabando y el consumo de tabaco ilegal.
Según Curti los datos sobre consumo de tabaco ilegal se han mantenido estables en los últimos años. Además, dijo que la mayor parte del tabaco ilegal se vende en comercios formales.
"El 80% del cigarrillo ilegal en el país se vende por canales formales. Esto es un aspecto muy importante por la implementación del protocolo de comercio ilícito que va a requerir un licenciamiento para poder vender productos de tabaco. El 70 u 80% se vende por estos canales. El vendedor callejero cubre alrededor del 20 o 25%", informó Curti.
