La iniciativa fue impulsada por el senador Leonardo De León de la lista 711, que decidió retomar un proyecto que fue aprobado en 2011 en Diputados y que luego se archivó en el Senado. Ahora el proyecto ingresó a la comisión de Hacienda del Senado y cuenta con el apoyo de la oposición.
Las discrepancias están dentro del propio Frente Amplio. El proyecto de De León ingresó sin la firma de Asamblea Uruguay y el Partido Socialista. La iniciativa tampoco tiene el apoyo del Ministerio de Economía y Finanzas.
El coordinador de inclusión financiera, Martín Vallcorba, le había dicho a No toquen nada en una entrevista hace dos meses que no estaba de acuerdo.
"Planteamos que Uruguay hoy se puede poner como meta un arancel máximo en débito de 0,5, cuando en general en la región ni siquiera hay casos de aranceles mínimos de esos valores. Nos parece que va bastante más allá de las posibilidades reales", dijo.
Hoy los aranceles están regulados por un acuerdo entre el gobierno y los emisores de tarjetas de diciembre de 2011.
Ahí se estableció una baja progresiva de los aranceles con el objetivo de llevar el débito a 1,5% y el crédito a 3,5%. Este acuerdo fue cuestionado por varios actores empresariales del comercio.
Desde el MEF Vallcorba defendió el acuerdo y dijo que no es necesario regular por ley algo que para el ministerio funciona bien.
"Normalmente uno legisla cuando hay un problema, cuando hay alguna situación que no funciona, está mal o hay que corregir. Legislar cuando no hay un problema es una opción que los legisladores pueden hacer", dijo Vallcorba.
