Marcelo Cerminara, representante del orden docente en el CDC, explicó esta mañana a No toquen nada por qué consideran que el Fondo cobra de forma inequitativa.
“En la medida en que se cobra una cantidad de dinero es razonable que las personas vuelquen ese dinero en función de la capacidad que tienen de contribuir, del dinero que ellos ganan. La relación entre eso y la duración de la carrera es relativa. Y esa es la forma en que se recauda porque dos personas
que ganan lo mismo podrían pagar cantidades distintas si las carreras que hicieron fueron diferentes. En sentido contrario, dos personas que hicieron la misma carrera pueden tener trabajos diferentes y ganar diferente pero como hicieron la misma carrera van a pagar lo mismo”, afirmó.
El CDC sostiene que los costos de administración y funcionamiento del Fondo son excesivos. Básicamente esos gastos son los sueldos de los funcionarios y representan el 9%, aproximadamente, de lo que se recauda. “Es una cifra muy alta. En general los sistemas de este tipo no pueden gastar tanto. Si los costos administrativos son tan altos, eso invalida el mecanismo”, señaló Cerminara.
Un detalle adicional es que el Fondo intentó en los últimos meses aumentar lo que le cobra a la Universidad por la recaudación del adicional, una contribución que se le cobra a egresados de carreras de cinco años o más, que en este momento explica casi un 50% del presupuesto de obras de la Universidad.
El Fondo de Solidaridad es una Persona de Derecho Público no Estatal administrado por una Comisión Honoraria integrada por ocho miembros. La Universidad ocupa uno solo de esos cargos por lo tanto no tiene posibilidad de tomar definiciones sobre el Fondo.
Cerminara reconoció está limitación que tiene la Universidad respecto al Fondo pero dijo que la declaración del CDC tiene peso político.
En su diálogo con No toquen nada, el representante del orden docente reconoció que existen dentro de la Universidad posturas que apuntan a la eliminación del Fondo y no a su reformulación. Respecto a la postura del orden docente expresó que lo que se busca es aumentar los niveles de justicia tributaria del mecanismo.
“El asunto filosófico de fondo es la justicia tributaria. Acá hay una recaudación de dinero, porque no es un impuesto, que se hace sin tener en cuenta eso. Yo creo que está bien que se reformule, hay que hacerlo y eventualmente se podría sustituir por otro mecanismo. Lo que me parece relevante es el concepto de que hay que mantener esa fuente de financiamiento para esas cosas que son imprescindibles”, dijo.
