Un sicario orgulloso pero con arma de juguete

Un individuo disfrazado de mujer quiso "asustar" al abogado Gustavo Bordes con un arma de juguete y luego envió imágenes de los noticieros a sus amigos "alardeando" ser un sicario.

Actualizado: 19 de junio de 2017 —  Por: Redacción 180

Un sicario orgulloso pero con arma de juguete

adhoc©Santiago Mazzarovich

El pasado 23 de mayo al mediodía el doctor Gustavo Bordes estaba en su estudio acompañado de su secretaria cuando se presentó un individuo para hablar sobre un asunto penal. En la reunión explicó que el caso se trata de una persona privada de libertad en Rivera, pero la causa era de Montevideo.

"Lo agarraron con dos kilos de cogollos de marihuana y le pusieron tenencia no para consumo", explicó. "No puede ser, algún dato mal tenés, no me cierra", contestó el abogado. Esta persona preguntó al abogado "cuánto cobraría" por hacerse cargo de la defensa y el abogado "le mencionó una cifra alta de honorarios para que el consultante desistiera", explica el fallo.

A las 16:05 del día siguiente "irrumpió" en el estudio "una persona vestida de mujer con peluca rubia, un buzo verde, calzas de mujer y una cartera, apuntando con un revólver al abogado". Bordes reconoció que se trataba del mismo sujeto con el que se había reunido el día anterior.

"Arrodillate y date vuelta, arrodillate o te tiro", amenazó. El sujeto disparó dos veces "pero las balas no salieron", dice el fallo.

"Sentí en cada uno de los disparos que hizo el movimiento con sus manos y se sintió el sonido del percutor pero la bala no salía. Ahí me dí cuenta que me venía a matar", señaló Bordes.

En ese momento comenzaron a luchar; el indagado intentó otros dos disparos en la cabeza del abogado pero tampoco percutieron, por lo que "en un nuevo atentado contra la vida de la víctima, golpeó fuertemente la cabeza" de Bordes. 

Días más tarde el atacante reconoció ante el juez que concurrió al estudio "por encargo de un desconocido". Le dejaron una nota proponiendo "asustar" a Bordes a cambio de 50.000 pesos.

El arma que utilizó era "un símil de juguete, parecido a un revólver calibre 22, adquirido en un cante", dice el fallo. En su declaración afirma que gatilló el arma varias veces porque era "obvio que no iba a salir, porque era de juguete". 

Tras los hechos el atacante "alardeó de su maquiavélica actividad enviando videos con imágenes de informativos y mensajes encriptados" donde aseguraba ser un sicario.

El juez José María Gómez Ferreyra resolvió procesar con prisión al atacante por la comisión de un delito de privación de libertad en concurso fuera de la reiteración con un delito de homicidio muy especialmente agravado en grado de tentativa, en régimen de reiteración real con un delito de hurto en grado de tentativa.

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