"Hemos dado un golpe muy importante a las mafias porque hay tres asociaciones ilícitas que trabajaban en la zona de La Salada donde desde hace mucho se habla de 'aprietes', extorsiones y torturas, como en casi un Estado paralelo", dijo la ministra de Seguridad Patricia Bullrich en rueda de prensa.
La llamada Feria de La Salada, calificada como "ilegal" por las autoridades, es un conglomerado con miles de puestos de venta, la mayoría informal, que opera durante la noche tres veces a la semana en la periferia sur de Buenos Aires.
El lugar se presenta como un paseo comercial con 360 socios donde trabajan unas 100.000 personas y la más grande de Sudamérica, según su sitio web.
Funciona desde hace más de una década con ventas de todo tipo, incluso de mercadería falsificada, principalmente textil, que se confecciona en talleres clandestinos a fuerza de explotación, según han denunciado víctimas y organizaciones civiles como La Alameda.
La ministra citó a las "mafias" que operan dentro del mercado donde se le cobra un canon a los vendedores que quieren instalar allí sus puestos, además de cargos por supuesta protección.
La policía obtuvo videos donde se muestra cómo la organización castigaba a supuestas ladronas halladas 'in fraganti' en la feria encerrándolas y propinándoles latigazos desnudas, 'servicio de seguridad' por el cual cobraban a los vendedores.
"Se han secuestrado 'picanas' (artefactos para aplicar descargas eléctricas). Duele mucho ver eso, aplicaban la tortura por supuestos robos, es como volver a la época de las cavernas", dijo Bullrich.
Veintidós personas fueron arrestadas, entre ellas el líder de la feria, Jorge Castillo, quien se resistió a los tiros cuando la policía llegó a su domicilio, informó la policía.
Este miércoles proseguían las decenas de allanamientos que comenzaron en la madrugada, en los que se secuestraron armas, dinero, computadoras y decenas de teléfonos celulares.
Entre la veintena de arrestados hay dos efectivos de la Policía Bonaerense, uno de la Federal y otro de la Gendarmería.
"No hay mafias que funcionen sin complicidades policiales, judiciales y políticas. Había connivencias y si estamos dando este golpe es porque estamos rompiendo las connivencias", dijo Bullrich.
(AFP)
