De cara a la riqueza de Buenos Aires se urbaniza la emblemática Villa 31​

Cuarenta mil habitantes sobreviven en la Villa 31 de Buenos Aires entre calles de barro, casitas de ladrillo sin cimientos y los servicios básicos al mínimo.

Actualizado: 21 de julio de 2017 —  Por: Redacción 180

Es la favela más antigua de Buenos Aires, separada de los barrios exclusivos apenas por una avenida, y que ahora se propone alcanzar comodidades urbanas.

Cara visible de la desigualdad en Argentina, en la Villa 31 se pagan alquileres de casi 1.000 dólares por viviendas sin títulos de propiedad y la única escuela cerca es privada, a bajo costo, pero en una población que sufre 50% de desempleo todo cuesta.

'La 31' está a pasos de la céntrica estación de trenes de Retiro y a 200 metros de Recoleta, con tiendas coquetas, cafés gourmet y residencias "muy parisinas".

Y ahora, tras décadas de crecimiento descontrolado, la alcaldía busca urbanizar asentamientos para que pasen "de villa a barrio".

Así, avanza con un proyecto de 320 millones de dólares financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de los cuales 100 millones irán a la Villa 31 para remodelar viviendas, tendido eléctrico, alcantarillado, espacios recreativos y recolección de basura.

"La mayoría de nosotros queremos que este lugar mejore, y pagar por los servicios de luz, de agua, impuestos. Ojalá se logre", lanza Oscar Cardozo, un paraguayo de 46 años que desea asegurar la construcción de su casa y la remodelación de su pequeño restaurante Bar Mara Kamila.

"La gente cree que uno está aquí porque le gusta y la verdad es que en la ciudad es imposible alquilar si trabajas en negro, no existimos", indica Cardozo.

José Zapata, que alquila un local donde montó "Restaurante Las Palmeras", de comida peruana, y un apartamento en el piso de arriba, espera que la renta "no suba mucho más ahora". Por ambas plantas paga más de 17.000 pesos al mes (unos 1.000 dólares).

Escepticismo elevado

En la ciudad de Buenos Aires hay un total de 50 asentamientos en los que viven 280.000 personas, alrededor de 10% de su población. La Villa 31 se conoce como un símbolo de resistencia desde su nacimiento en 1930.

Bajo el elevado que atraviesa la villa se teje un amasijo de residencias de bloques de cemento, donde viven los vecinos más resistentes al cambio porque serán desplazados.

"Váyanse a hablar con otros, a nosotros de aquí no nos mueve nadie", gritan en furia un par de vecinas. "Primero que hagan esas supuestas casas que nos van a ofrecer y después vemos", lanza en mal tono Augusto.

Algunos dudan del objetivo y del posible oportunismo por los comicios legislativos de octubre, claves para la gobernabilidad del presidente Mauricio Macri. "Cuando hay elecciones se apuran en mejorar fachadas y después se olvidan, así son todos", apunta Ernesto, de unos 25 años, sin dar apellido.

Desde el gobierno, Diego Fernández, secretario de Integración Social y Urbana de la capital, dijo a la AFP que buscan "formalizar lo informal" en una ciudad con 8% de la población en asentamientos.

El objetivo es entregar títulos de propiedad, pero ¿a qué precio el metro cuadrado? No se sabe aún en esta villa de 9.500 casas.

"¿Cómo lo vamos a hacer? Viendo vecino por vecino, casa por casa, midiendo la parcela, asegurándonos de que tienen la construcción adecuada para un título de propiedad, con un crédito hipotecario a largo plazo para que paguen", porque "pagar da derechos", explica Fernández.

Oficinas como señal

En 'La 31', donde casi la mitad de la población es inmigrante de Perú, Paraguay y Bolivia, sólo 27% de los jóvenes termina la secundaria, muy por debajo del 80% total en Buenos Aires.

La ciudad decidió trasladar aquí el ministerio de Educación con sus 1.500 empleados. "Esperamos que esté completo en 2019, con un gran edificio para el ministerio y tres escuelas públicas", indicó Fernández. 

El alcalde Horacio Rodríguez Larreta abrió una oficina en lo que fue "El galpón de Tarzán", un local de venta de drogas. "Esta es la mejor señal de que el Estado está llegando adonde no llegaba", dijo a la prensa extranjera dentro de la moderna estructura donde se ofrece capacitación a los vecinos.

En otro galpón abandonado a su suerte inauguraron oficinas para cobrar seguro social, ver temas médicos o pagar impuestos.

"Si en Recoleta o Palermo hay oficinas para hacer trámites, aquí también", apuntó Fernández.

El BID mudará a la Villa 31 su oficina de Argentina, proyecto que prevé terminar en dos años y será construido por obreros del barrio. La cadena McDonald's confirmó también que abrirá un local.

¿Especulación inmobiliaria? Los funcionarios lo niegan, pero el valor del metro cuadrado en la 'vereda de enfrente' supera los 2.500 dólares.

Hace años que distintas administraciones deshojan la margarita viendo cómo recuperar estas 32 hectáreas con ubicación de oro. Sus habitantes aplauden los primeros pasos.  

AFP