Canon dijo en la entrevista que desde agosto del año pasado, cuando entró en vigencia el fallo, la Aduana logró seguir funcionando de la misma manera que antes.
Una pieza clave de la reestructura de la Aduana es un paquete de ochenta funciones de dirección que el director asigna de forma directa y que están sometidos a compromisos de gestión que si no se cumplen en 15 meses generan el reemplazo de los funcionarios en ese cargo de dirección.
“Yo sigo asignando funciones de Dirección por 15 meses, hasta que se apruebe en nuevo decreto. Si no cumplen con lo establecido, vuelven a su cargo y pasan a la función otros funcionarios. Lo que va a suceder es que dejará de ser transitorio cuando se firme el nuevo decreto y esas funciones de Dirección van a pasar a ser concursables. Hay una variante que está propuesta en lo que se está redactando en consonancia con la ley del Estatuto del Funcionario Público y es que plazo en lugar de 15 meses para su renovación o no, va a ser más grande”, dijo.
El director de Aduanas señaló que cuando ingresó al organismo se verificabanfísicamente el 30% de las cargas y actualmente se verifica el 12%. También dijo que la Aduana libera el 93% de las cargas que procesa en menos de ocho horas.
En la entrevista explicó cómo contrastan la visión del gobierno con la del sindicato que impulsó el rechazo a la reestructura y las demandas que hicieron caer el decreto de 2013.
“Ellos sostienen que esta modernización resultó en menores controles y que es en beneficio de la actividad privada, que ambienta los delitos aduaneros. La posición de la Dirección, del Ministerio de Economía y del Poder Ejecutivo es justamente la contraria. Esto es la modernización de la Aduana. Si el 100% de la mercadería es controlada físicamente, el controlador tiene una probabilidad más amplia de pedir algún favor. Si se resguarda ese cometido de controlar de los delitos aduaneros a través de aplicación de Inteligencia, no hay ningún problema y las Aduanas del mundo, las de punta, van en esta dirección”, explicó.
Canon reconoció que en muchos casos la reestructura implicó que en esas funciones que asigna el director se pusiera a funcionarios jóvenes con menos carrera pero con mayor preparación y reconoció que ese puede haber sido un factor de molestia para los funcionarios con mayor trayectoria y más peso en el sindicato.
“Legítimamente genera molestia pero no soy partícipe de que una persona por el solo hecho de tener 20 o 25 años de experiencia en un organismo, pueda dirigir el área de tecnología de la información. Yo no podría, soy contador”, explicó.
