Así lo contó esta mañana en No toquen nada Leonardo Ramírez, fotoperiodista de la agencia AFP que está cubriendo las protestas en Venezuela desde abril.
Ramírez dijo que no es cierto que la Guardia Nacional haya empezado a usar armas de forma generalizada pero sí lo han hecho varios de sus elementos de forma aislada.
“Las veces que pude presenciarlo era un guardia que de la nada, tenía un arma. No es que la Guardia empezó a usar armas. Son hechos puntuales irregulares que deben ser investigados. El nuevo fiscal lo ha dicho, obviamente desde su perspectiva también dice que hay que investigar los otros casos, de los que he sido testigo, que son los linchamientos y la búsqueda dentro del mismo grupo de infiltrados y cómo se genera esa violencia interna por castigo, por no ser opositor. Eso también existe. No es que la Guardia Nacional ahora está usando armas”, afirmó Ramírez.
El periodista comentó también el accionar de los llamados “colectivos armados” grupos progubernamentales que, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, son responsables de al menos 27 muertes entre abril y julio.
“El tema con los colectivos es que no son predecibles, llegan de repente. Obviamente son peligrosos. No es mentira que están armados, es un grupo muy difícil de explicar porque a veces parece que la Guardia Nacional no va contra ellos. A veces, sí. Ellos son parte de toda esta escalada y desde la oposición cuando uno está dentro de todo lo que está sucediendo siempre escucha: ‘ahí vienen los colectivos’. Eso significa que vienen grupos que quizás van a intimidar y amedrentar y poseen armas”, agregó.
El fotoperiodista de AFP dijo también que en los últimos días la oposición perdió fuerza en las calles, quizá como resultado de la frustración de no conseguir los objetivos y de la instalación de la Constituyente.
Según Ramírez, la escalada tiene años y actualmente los grupos de choque de la oposición manejan equipamiento de choque y dispositivos para lanzar piedras que tienen que ser accionados entre tres o cuatro personas. De todas formas, respecto a la última etapa de la violencia, dijo que hubo un punto de inflexión en abril cuando las fuerzas del Estado comenzaron a disparar los gases lacrimógenos directamente contra los manifestantes.
“Las primeras irregularidades que se dieron en abril es que las bombas lacrimógenes se empezaron a disparar de frente, en un ángulo de 90 grados, cuando debería ser hacia arriba o hacia el suelo, que rebote. Cuando la bomba lacrimógena se dispara horizontalmente es un proyectil más, un dispositivo de orden público cuando se dispara de esa manera puede ser mortal”, dijo.
Actualizado: 10 de agosto de 2017 — Por: Redacción 180
AFP
