Bocca reconoció que le hubiera gustado una salida "elegante y profesional, como en cualquier lugar serio del mundo".
"Tomé la decisión porque me sentía personalmente trabado en las posibilidades de creación, en el contacto con los bailarines, necesitaba un cambio. No pude estar en el estudio todo lo que quiero porque siempre voy y vengo con otras cosas que hay que hacer, y eso me fue frustrando", explicó.
"Tal vez fui un poco ingenuo cuando tomé la dirección y, como esta situación ya me generaba angustia y malestar, por cualquier cosita explotaba", recordó.
Dijo que fue una decisión "de un día para el otro": "lo fui elaborando, pensando, teniendo sensaciones, y finalmente hablé primero con el presidente, luego con la ministra y con el consejo directivo", contó.
El Ballet del Sodre "está cómodo" ya que el resto de los componentes -la orquesta, el coro, los técnicos- "no están subiendo la vara como el ballet".
"Se necesita un golpe para hacer un cambio. Ya me cansé de solucionar problemas, me cansé de gritar, de tener que ser siempre el malo de la película", expresó.
"Ahora voy a ayudar al ballet para que su nivel siga creciendo. El resto del teatro necesita tomar una decisión, ver a dónde quiere ir, y no estar siempre detrás del ballet, aunque por mi parte voy a seguir haciendo todo para que el ballet sea el primero", agregó.
En la entrevista Bocca dejó abierta la posibilidad de retornar a la dirección del BNS: "si los presidentes vuelven después de algunos años, ¿por qué no puedo volver en otro mandato?"