Una victoria, nada más y nada menos

Nacional derrotó a Racing 1 a 0 con gol de Gonzalo Porras. El Tricolor volvió a dejar una mala imagen a pesar del resultado, que solo sirve para tomar aire.

Actualizado: 23 de setiembre de 2017 —  Por: Diego Muñoz

Una victoria, nada más y nada menos

Nicolás Celaya / adhocFotos

Nacional necesitaba la victoria como el pan. Después de la derrota clásica, de haber quedado lejos en la Anual y el Clausura, ganar era imprescindible para que el derrotismo no le ganara a todos. El 1 a 0 lo alivió en ese sentido. Y, tal vez, ayuda a mejorar el ánimo.

Para el resto sirve de poco. La cara de Lasarte durante el partido y al final lo decía todo. El equipo no mejora, tiene un bajísimo nivel, se muestra errático y vulnerable en todos los rubros.

Ni los cambios en la alineación, ni la charla entre semana para mirar hacia delante, lograron que el Tricolor mostrara otra cara.

Si Racing no sacó puntos de Rivera fue porque desperdició las ocasiones de gol que generó.

Lasarte puso a Matías Zunino en el lateral, a Leandro Barcia por el extremo. Con eso buscó levantar el nivel del equipo. Además, jugó Alexis Rolín en lugar del suspendido Diego Polenta.

Con Porras y Álvaro González repartiéndose el medio salió a jugar Nacional. Los primeros minutos fueron parejos hasta que a los 20 Porras puso el 1 a 0 con un tiro de lejos.

El mal estado del piso del Paiva Olivera complicaba la tarea de los equipos, que debían ocuparse de adivinar el pique del balón.

De a poco Racing empezó a adelantarse en el campo, a tomar protagonismo. Desde el medio ejerció supremacía y miró hacia el arco de Conde. Nacional se replegó y empezó a jugar al pelotazo para que se las arreglaran Rodrigo Aguirre y Sebastián Fernández.

En el segundo tiempo Aguirre tuvo un par de oportunidades que no concretó. Fue lo único dentro de un panorama desolador.

Racing se animó por el costado de Espino y generó llegadas muy claras. La mala puntería fue su peor pecado.

Cuando terminó el partido y a pesar de la victoria Lasarte y los jugadores abandonaron el campo con un gesto de preocupación evidente. Y esa es la mejor señal que se trae Nacional de Rivera. Más que nadie, ellos saben lo mal que están.