Uruguay podrá exportar carne ovina con hueso a Singapur

El ministro de Ganadería interino, Enzo Benech, anunció el domingo en Rocha que Singapur quedó habilitado como destino de la carne ovina con hueso uruguaya.

Actualizado: 25 de setiembre de 2017 —  Por: Redacción 180

Uruguay podrá exportar carne ovina con hueso a Singapur

adhoc ©Javier Calvelo

La noticia llegó pocos días después que Estados Unidos habilitó su mercado para este producto.

La carne ovina con hueso para estos mercados debe provenir de los compartimentos ovinos de bioseguridad que estén en funcionamiento en Uruguay. Hasta el momento hay uno del Secretariado Uruguayo de la Lana en Florida y otro en proyecto del Instituto de Colonización.

Javier Otero, gerente del Secretariado Uruguayo de la Lana, había planteado en No toquen nada la posibilidad de que la entrada a EE.UU generara la apertura de más mercados. También dijo que la diferencia en precio para el negocio de la exportación de carne es muy importante, al menos en términos potenciales.

“La diferencia está en el precio de la carne con hueso a la sin hueso. Si vemos el plato estrella del cordero, el rack, tiene el hueso, es el que vale más. Según el mercado al que llegue, la tonelada puede valer 20.000, 25.000 o 27.00 dólares la tonelada. Si nosotros, porque no podemos acceder con hueso a ese mercado, tenemos que desosar, tenemos un costo en el frigorífico y ese lomo nosotros lo estamos vendiendo a 6.000 dólares la tonelada”, explicó.

En la misma entrevista, Otero señaló que a partir de esta apertura de mercados Uruguay competirá con Australia y Nueva Zelanda, los principales productores de carne ovina con hueso. También destacó que una de las claves para esa competencia es lograr instalar las ventajas que la carne ovina uruguaya tiene respecto a sus competidoras.

“Tenemos que demostrarles que nuestro producto es igual o mejor. Y puede ser mejor porque estamos pensando con el Instituto Nacional de Carnes (INAC) -y lo está pidiendo la industria- dar un sello ‘never ever’. En EE.UU, los millennials tienen mucho en cuenta qué comen y quieren saber el origen y cómo es tratado el animal. El sello quiere decir que nunca jamás tuvieron hormonas, ni antibióticos ni estimulantes de crecimiento”, dijo Otero.