Solo el Frente Amplio votó por mantener el subsidio aprobado por la vicepresidenta Lucía Topolansky.
Uno de los más duros críticos de esta medida fue el senador blanco Luis Alberto Heber.
“El Frente Amplio consideró en su tribunal de ética inaceptable la conducta. ¿Pero cómo inaceptable? Es inaceptable y lo premian. Es inaceptable y le regalan un adelante que no le corresponde. Le corresponde al fin del período. Vergüenza es lo que tiene que tener el Frente Amplio y vergüenza les da a los frenteamplistas haber tenido este vicepresidente”, consideró.
Sin embargo, desde el oficialismo, el senador Enrique Pintado respondió que estos subsidios se han votado en otras oportunidades, sin cuestionamiento s de la oposición.
“Alguien decía, eso es un error del pasado. Pero el pasado tiene 20 días. Porque las renuncias de Gonzalo Mujica y Mier ocurrieron hace 20 días y no hace 20 años. Y siguen el mismo trámite. Renunciaron nueve senadores desde el 92 a la fecha, se acepta fácilmente el criterio”, afirmó.
En la misma línea, Rafael Michelini consideró que este era un asunto político, no un quebrantamiento de la ley.
“Que no se nos diga que esto es grave, que es un atentado al Estado de Derecho, cuando cada vez que pasa no dicen nada. Dejenme pensar, con cierta picardía, que hay un asunto político, político, político. Y está bien, son las reglas de juego, pero no me hablen de la Constitución y de la ley”, señaló.
El senador del Partido Independiente, Pablo Mieres, dijo que se trataba de una “señal escandalosa”.
“La ciudadanía lo ve como un escándalo. La ciudadanía está observando que un señor ex vicepresidente, acusado por distintos actos que pueden ser motivo de enjuiciamiento de ilicitudes referidos a hechos de corrupción, resulta que recibe además un subsidio de parte del cuerpo al que renuncia por esas acusaciones”, dijo.
