La nueva redacción prohíbe "la comercialización, importación, registro como marca o patente y publicidad, de cualquier dispositivo electronico para fumar, conocidos como 'cigarrillo electrónico', 'e-cigarettes', 'e-ciggy', 'e-cigar', entre otros, incluidos aquellos que se ofrezcan como alternativa en el tratamiento del tabaquismo".
Además "se hacen extensivas a este tipo de productos" todas las prohibiciones de 2008 referidas al tabaco en general.
El nuevo decreto responde a que pese a las prohibiciones establecidas en 2009 "se han visto en plaza cigarrillos electrónicos" que son utilizados en lugares cerrados.
Además argumenta que la industria tabacalera "ha puesto el foco" en estos productos "como forma de ampliación de negocios y como ingreso de nuevos usuarios a sus productos".