La senadora franteamplista Daisy Tourné dijo que el proyecto es un “paso gigante” que “no es fácil porque es verdad que se mete en el riñón más conservador de la sociedad”.
La legisladora socialista afirmó que no se pretende descalificar a nadie pero sí “reconocer que nos cuesta mucho meternos con las matrices conservadoras que todos portamos, en mayor o menor grado”.
Tourné agregó también que cada artículo de la ley tiene historias de vida y de dolor real como fundamento.
“Cada uno de estos artículos contiene historias de vida, sufrimiento, muertes evitables, una cotidianeidad de descalificación, de ignorancia. Acá cuando se habla de las medidas cautelares especiales y se ordena, por ejemplo, restituir inmediatamente los objetos personales de la víctima y de sus hijos, es porque miles de mujeres han sufrido que las dejaran en la calle, les rompieran la ropa y les extraviaran los documentos. Esa es la crueldad. Yo no quiero dejar afuera la dureza que cada uno de estos artículos conlleva en las vida de las mujeres del mundo pero particularmente de las uruguayas. En todas esas que murieron en forma evitable, por esta concepción conservadora”, afirmó.
La senadora Michelle Suárez destacó que el texto coloque explícitamente la problemática de la mujer trans.
“Realmente me parece sumamente avanzado que, cuando se habla del ámbito de aplicación de esta norma, se nombre a texto expreso a las mujeres trans y que se sorteé cualquier discusión al respecto. Yo estaba segura de que iba a pasar en la aplicación práctica”, afirmó.
“Cualquier mujer trans, en su experiencia de vida, y si lo podré decir yo, hemos sufrido violencia callejera, institucional, de todo tipo. Desde que tenemos por lo menos 13, 14 o 15 años hasta el día que partimos de este mundo. Que el Parlamento trate estos temas y busque la aprobación de una norma francamente para nuestro derecho de avanzada es por lo menos la idea de que se está en un camino esperanzador de construcción de una sociedad que no es la actual, mucho más igualitaria y francamente menos discriminadora”, agregó.
Desde el Partido Nacional, la senadora Beatriz Argimón criticó que desde la academia se cuestione de desequilibrio penal por generan este tipo de leyes.
“Cuando las cátedras dicen al venir a las comisiones parlamentarias que si nosotros creamos nuevas normativas estamos creando un desequilibrio en el cuerpo normativo, yo humildemente digo que el desequilibrio se produce cuando la normativa penal no acompaña la triste realidad de la gente que está siendo violentada. En realidad hace años que están tratando de ponerse de acuerdo y mientras tanto las víctimas de violencia doméstica y las mujeres en general estamos siendo sometidas a un Código Penal que nada tiene que ver con nuestra realidad”, sentenció.
En la única sección de la ley en la que hubo un claro apartamiento de la unanimidad fue en la que refiere al aumento de penas, donde el senador del Partido Independiente, Pablo Mieres, votó en contra de los artículos. De todos modos, Mieres apoyó el contenido de la ley y dijo que “necesaria e imprescindible”.
“Implica un avance conceptual y sustantivo en las acciones que la sociedad debe impulsar para un combate efectivo e integral a las graves situaciones de violencia hacia las mujeres basada en género que nos sigue afectando. Uruguay debe ponerse al día en esta materia”, afirmó.
