Pirotecnia en Uruguay: “divertimento para muchos, martirio para otros”

En Uruguay "la cadena de comercialización de pirotecnia no tiene ningún contralor efectivo", afirmó el diputado Gastón Cossia tras presentar un proyecto para prohibir los fuegos artificiales. El legislador dijo que quienes están en contra de la pirotecnia no son "amargados" sino que tienen razones para oponerse.

Actualizado: 10 de diciembre de 2017 —  Por: Juan José Marti

Pirotecnia en Uruguay: “divertimento para muchos, martirio para otros”

adhoc@Javier Calvelo

El proyecto surgió "a partir de las experiencias internacionales que han ido en camino de restringir, regular y en algunos lados hasta prohibir el uso de la pirotecnia, fundamentalmente doméstica o domiciliaria, que es la que genera el mayor impacto y la que genera mayores controversias, porque es la que tiene los índices de daños mayores", explicó Cossia a 180.

"Yo soy veterinario y año a año lo que vemos es el efecto que tiene esto en los animales de compañía y en los propietarios. Nosotros recetamos psicofármacos, es una cantidad muy importante que se utiliza en estas fechas, y hay otras alternativas terapéuticas, pero realmente el drama que viven los propietarios de animales es algo enorme, de un gran impacto", aseguró el diputado suplente del Partido Nacional.

El legislador dijo que se había resignado a eso hasta que investigó sobre legislaciones en ciudades vecinas: "en Argentina hay muchas provincias que lo están haciendo, en Chile se prohibió desde el año 2000, igual que en Europa y en Estados Unidos en varios estados".

"También nos impulsó el episodio traumático y terrible de la muerte de los cuatro trabajadores en la empresa de acopio y almacenamiento de pirotecnia que ocurrió el 25 de octubre de 2016, y que a todos nos dio la pauta de la fragilidad del sistema de comercialización y venta que hace que tenga muchos puntos críticos y de riesgo", explicó.

Prohibición con una excepción

"Se prohíbe en todo el territorio nacional la elaboración, importación, comercialización mayorista y minorista, el acopio y almacenamiento, tanto para el uso personal como para la venta al público, de los artefactos de pirotecnia y fuegos artificiales destinados al uso domiciliario", dice el primer artículo del proyecto presentado por Cossia.

El texto solo admite el uso de fuegos artificiales en espectáculos públicos "debidamente autorizados" por la autoridad que corresponda y habilitados por el Servicio de Material y Armamento del Ejército.

Estas actividades serían "con personalidad idóneo, con empresas que tengan prevencionistas en materia del control de accidentes y siniestralidad, y sobre todo regular los lugares donde se pueden hacer", dijo Cossia.

"A veces se utiliza la pirotecnia junto a centros hospitalarios, centros de salud, residenciales de ancianos, centros de estudio. Eso es todo un camino a recorrer en cuanto al control y la regulación", cuestionó.

En Uruguay la Ley Nº 18.569 impone multas de entre 5 y 40 Unidades Reajustables por vender pirotecnia sin habilitación. También se prohíbe que no contengan instrucciones en español.

Sin control

En los días previos a las fiestas de fin de año "la cadena de comercialización no tiene ningún contralor efectivo". "Hay menores de edad vendiendo fuegos artificiales en los famosos gazebos que se instalan en cada esquina", dijo el legislador.

Actualmente "no se aplica la reglamentación vigente", afirmó.

En cada puesto de venta "debería controlarse la cantidad de fuegos artificiales, que no pueden superar los 30 kilos, debería haber un bomberito y no se podría fumar ni vender a menores de edad, pero nada de esto se controla", señaló.

Los niños varones son los que sufren más quemaduras

En 2013 la Sociedad de Pediatría difundió un informe sobre las lesiones por quemaduras leves y graves que produce el mal manejo de la pirotecnia en niños y adolescentes.

"En Uruguay en ese año se registraron en cuatro centros hospitalarios de Montevideo 64 niños afectados con lesiones que iban desde quemaduras leves hasta pérdida de visión, pérdida de dedos, afectaciones de tipo estético. Son todas secuelas invalidantes que quedan por mucho tiempo. A esta altura hay miles de damnificados, generación tras generación se van acumulando, por los efectos nocivos de la pirotecnia", dijo Cossia.

Según el informe las quemaduras más frecuentes registradas en el Hospital Pereira Rossell son las producidas por líquidos calientes y en segundo lugar las vinculadas a fuegos artificiales. 

"Los adolescentes varones que manipulan fuegos artificiales caseros sin supervisión por parte de adultos son los más lesionados. La información sobre el correcto uso, el cumplimiento de las normativas vigentes y la supervisión por parte de los adultos podría disminuir estas lesiones", concluye el informe.

Quienes se oponen a la pirotecnia no son "amargados"

Cossia reconoció que el proyecto no se aprobará rápidamente, por lo que uno de los principales objetivos al presentarlo formalmente es "tratar de visibilizar los efectos colaterales y la afectación que tiene mucha gente por el uso y abuso de este divertimento para muchos pero que es un martirio para otros".

"Si podemos lograr que esta temporada en estas fiestas haya un mayor control y logremos pasar una Navidad y fin de año con menos lesionados, también vamos a estar haciendo un gran aporte", valoró.

Según Cossia "el futuro del proyecto va a depender de que la sociedad civil pueda dar su aporte". "Hemos colaborado en visibilizar a colectivos ambientalistas, defensores de los animales, familiares y padres de niños con el Trastorno del Espectro Autista, que sufren mucho en estas épocas, y a la gente que tiene a su cargo adultos mayores o con discapacidad", señaló.

"Hay un número importante de personas y sectores de la sociedad que hasta ahora habían sido relegados, que eran visto como raros y 'cómo no les va a gustar la pirotecnia, qué amargados'. En realidad esas personas tienen razones para oponerse, para no sentirse bien, y creemos que la sociedad tiene que empezar a desarrollar una sensibilidad hacia estos sectores", añadió.

"Esperamos en 2018 tener una regulación y una reglamentación que vaya en el sentido de la restricción de estos daños colaterales que muchas veces no son apreciados, no se conocen, y tienen un impacto social tremendo en mucha gente", concluyó Cossia.

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