El fútbol francés despierta en la conquista del mercado internacional​

"Después de Nueva York, ¿próxima etapa Tokio?", afirma sonriente la presidenta de la liga francesa, Nathalie Boy de la Tour, a su 'embajador' Youri Djorkaeff: el campeón del mundo en 1998, nombrado en diciembre para estas funciones, tiene como labor "vender" el fútbol francés en el extranjero.

Actualizado: 10 de febrero de 2018 —  Por: Redacción 180

El fútbol francés despierta en la conquista del mercado internacional​

Youri Djorkaeff y Nathalie Boy De la Tour (GEOFFROY VAN DER HASSELT / AFP)

El exjugador de Mónaco y París Saint-Germain, entre otros, y el marfileño Didier Drogba, ex del Marsella y del Chelsea, no han perdido tiempo en esa nueva misión.

"Comenzamos en enero en Nueva York con lo que se llama un road-show. Nos reunimos con mucha gente interesado por las ligas europeas, ya sean difusores, family office (gestionarios de patrimonio), banqueros o personas en relación directa con propietarios de las franquicias", relata Djorkaeff en una entrevista con la AFP.

El exjugador francés, familiarizado con la cultura deportiva norteamericana tras su paso por los New York Red Bulls (2005-2006), espera poder ser "una voz del fútbol francés" en esos viajes de trabajo. Lo referente a la "presentación de las cifras" será trabajo más bien de miembros de la Liga francesa, Didier Quillot (director general) y Olivier Jaubert (director comercial).

"Para nosotros era importante tener jugadores que se dieron a conocer entre nosotros pero que tienen también ese aura, la de la experiencia internacional, para ayudarnos en el papel de encarnar, de aportar ideas y cosas que han visto en los campeonatos extranjeros y que podrían funcionar en el nuestro", explicó por su parte a la AFP Nathalie Boy de la Tour.

El atractivo de Neymar y Mbappé

Con Drogba (39 años), que ha jugado en ligas de seis país durante su carrera, y Djorkaeff (49 años), que pasó tres años en Italia y Alemania principalmente, la Liga de Fútbol Profesional francesa (LFP) cree tener buenos embajadores para valorizar el "producto" que es la Ligue 1 fuera de sus fronteras.

¿Cuáles son los principales argumentos de venta utilizados para seducir a los "clientes" potenciales?

"La doble elección de Neymar y de Mbappé de fichar por el PSG. Los dos juntos es algo que se puede vender en el extranjero fácilmente (risas)", subraya Djorkaeff.

"Entre los cinco últimos mayores traspasos en Europa, hay tres jóvenes franceses que han costado más de 100 millones de euros (Paul Pogba, Kylian Mbappé, Ousmane Démbélé). Son cifras que hablan por sí solas", añade, igual que las llegadas de empresarios como el ruso Dmitri Rybolovlev al Mónaco o del estadounidense Frank McCourt al Marsella, que también son "señales fuertes para el extranjero".

¿Un París Saint-Germain demasiado fuerte puede hacer que la Ligue 1 resulte menos atractiva por la falta de competitividad? "El año pasado fue el Mónaco el que fue campeón", recuerda Djorkaeff, citando también las "bonitas locomotoras" que son el Lyon y el Marsella, aunque es consciente de la importancia del club de la capital.

¿Son necesarias las embajadas?

¿Únicamente dos embajadores, por prestigiosos que sean, son suficientes para cubrir todo el mundo? La Liga española, por ejemplo, dispone de una quincena para promocionar su campeonato, tanto exjugadores estrella de su país como incluso hombres que fueron campeones del mundo con Francia, como Christian Karembeu o Robert Pires.

"¡Comenzamos! No había nada hace seis meses", dice Djorkaeff. "Es un principio. Importa más la calidad que la cantidad", apunta Nathalie Boy de la Tour.

En lo referente a la "apertura internacional", Djorkaeff admite que "hay un retraso" en el caso francés respecto a sus principales competidores europeos.

"Viviendo en Nueva York he visto cómo se montaron las oficinas de España, Alemania o Inglaterra. Si ves en Singapur hay oficina española. En Dubái parecido", dice.

El fútbol francés cuenta únicamente con una 'embajada" en el extranjero, en la oficina común con la Federación Francesa de Fútbol (FFF), instalada en Pekín en febrero de 2017.

Por el momento la idea es más bien hacer viajes en vez de instalar estructuras permanentes. El tiempo dará o quitará la razón sobre la estrategia.

(AFP)