La terapia basada en Lego que mejora la socialización de personas con TEA

Los trastornos del espectro autista (TEA) no tienen cura pero las investigaciones para mejorar el desempeño social de las personas que los padecen avanzan a gran ritmo.

Actualizado: 16 de febrero de 2018 —  Por: Redacción 180

La terapia basada en Lego que mejora la socialización de personas con TEA

Lego (Todos los derechos reservados)

Entre los últimos avances figura la terapia basada en Lego, una intervención que aprovecha este juego colaborativo para mejorar la motivación de contacto social con otras personas.

Esta técnica surge de una investigación del neuropsicólogo estadounidense Daniel LeGoff y otro estudio de la Universidad de Cambridge. Los trabajos han demostrado que el uso de Lego aumentó el contacto social y la duración de la interacción social en niños con autismo. Incluso mejoró las relaciones en otras situaciones de grupo, como en el patio o en la cafetería de la escuela, llevando a la mejora de la competencia social en general.

“No es que esta terapia venga a solucionar nada, hay que entender que en los TEA se trabaja con abordajes múltiples y estamos en búsquedas permanentes”, explicó a No toquen nada Angélica de Larrobla, cofundadora de la Asociación Tacuaremboense del Trastorno del Espectro Autista (ATATEA).

De Larrobla es madre de Santino, un niño de siete años que fue diagnosticado con TEA a la edad de tres. A partir de ese diagnóstico, su familia viajó a Argentina a buscar tratamientos para mejorar la calidad de vida de Santino. Entre los últimos que conocieron, está la terapia basada en Lego.

“La población con TEA tiene mucha fascinación por el Lego y puede desarrollar destrezas increíbles a partir de eso. A partir de un interés común, se adjudican roles y logran tener niveles de socialización que en otros ambientes no consiguen”, contó De Larrobla.

“Hay que armar muy bien los grupos, tienen que estar supervisados, hay que ver quién es con quién, pero lo interesante es que permite variedad de edades. Cuando las personas con TEA entra en la adolescencia es difícil ofrecerles focos de interés, cuando son chiquitos hay mucho más cosas para proponerles”, indicó De Larrobla.