Nacional remonta ante Fénix a pura decisión

Nacional le ganó 2 a 1 a Fénix con goles de Diego Cohelo y Rodrigo Erramuspe. En desventaja y tras un mal primer tiempo, el Tricolor fue una furia, dio vuelta el partido y quedó como único puntero.

Actualizado: 18 de febrero de 2018 —  Por: Diego Muñoz

Nacional remonta ante Fénix a pura decisión

Nicolás Celaya / adhocFotos

Quiso Fénix que el primer partido de Nacional en el Parque Central por el Apertura fuera el más exigente hasta ahora en el torneo. El equipo de Medina sudó la gota gorda para ganarle a su rival. Lo hizo en base a la decisión que enarboló en los segundos 45 minutos, con un técnico que volvió a visualizar bien cómo revertir el resultado y jugadores que tomaron el protagonismo para guiar al equipo.

Después de mostrarse errático en la primera mitad, el Tricolor se adelantó en el campo con audacia y arrojo. Diez jugadores pasaron a la cancha de Fénix para machacar con un solo objetivo.

El más importante de los que ya estaban fue Gonzalo Bueno. Por derecha o por izquierda resultó incontenible para sus defensores. De los que entraron Facundo Labandeira y Cohelo resultaron decisivos. Los dos juveniles, surgidos en la cantera tricolor, tuvieron un rol principal para que el equipo diera vuelta el marcador. La visita se vio desbordada y a pesar de todos sus esfuerzos no pudo mantener el resultado.

Fénix impuso las condiciones en la primera mitad. Jugó a gran nivel e hizo lo que se propuso. De movida encontró el gol, se mostró organizado en defensa y tuvo criterio para atacar. Cuando lo hizo, sobre todo por arriba, Nacional padeció.

Bien diagramado por el técnico Revetria, presentó un esquema con Raúl Ferro como volante más retrasado y compañeros con ida y vuelta con la intención de acompañar a Mathías Acuña.  

Iban apenas tres minutos cuando Rodrigo Abascal finalizó una tremenda jugada colectiva de Fénix. El volante rompió líneas por el medio, recibió un pase perfecto y definió de aire para el 1 a 0.

A partir de ese momento la visita se retrasó, no se inmutó por el balón y se dedicó a defender con solidez. La misión la cumplió con creces. Nacional controló la pelota sin eficacia. Negado, no tuvo claridad para manejarla ni ideas para profundizar. Los momentos de mayor lucidez fueron las conexiones entre Peruzzi y Barcia por derecha. El partido se volvió friccionado, discutido, peleado. Acuña y Polenta se preocuparon más por combatir que por jugar. Eso le pudo costar un penal a Nacional y otra expulsión a Polenta, quien tiró un codazo que no impactó por milímetros en el delantero de Fénix.  

Solo Medina y sus jugadores sabrán qué se habló en el vestuario en el entretiempo pero el equipo tuvo otra postura desde el inicio. Parado más adelante, con menor distancia entre las líneas, llevó todavía más atrás a su rival. Polenta lideró desde el fondo, Espino se convirtió en un extremo más, Bueno y Barcia intercambiaron los sectores, Rodríguez y Aguiar se pararon cerca de la media luna, Bergessio se debatió con los centrales. El técnico le agregó a ese panorama a Labandeira, que entró a jugar sobre la derecha para atacar a Juan Álvez.

Si Fénix ya la pasaba mal la infantil expulsión de Abascal lo terminó de complicar. El volante fue al piso para barrer a Bueno y se ganó la segunda amarilla a los 63 minutos. Cuatro más tarde Medina puso a Cohelo por Espino para armar un ataque con dos centrodelanteros asistidos por las puntas o desde atrás.

Sobre los 67 Polenta llevó la pelota, asistió a Bueno, quien desbordó y mandó el centro que dentro del área chica conectó de cabeza Cohelo para anotar el empate.

Fénix miró el reloj y se dio cuenta que mantener el resultado hasta el final era como estar en altamar con una balsa y llegar a la orilla. Pero al menos lo intentó. Con 10 se metió atrás con la intención de poder reventar la pelota para que Acuña se debatiera arriba.

Desbocado, Nacional se fue hacia arriba a conseguir lo que las circunstancias del partido le exigían. A los 79 el zaguero Erramuspe anotó de cabeza el gol de la victoria.