Soja: “si no llueve a la brevedad hay riesgo de chacras que se pierdan por completo”

La falta de lluvias en los últimos meses en gran parte de la principal zona agrícola del país amenaza con generar pérdidas totales en varios cultivos de soja.

Actualizado: 19 de febrero de 2018 —  Por: Redacción 180

Soja: “si no llueve a la brevedad hay riesgo de chacras que se pierdan por completo”

Campo afectado por la falta de lluvia en Sarandí de Navarro, Río Negro (Foto: Gabriel Carballal)

Daniel Peré, ingeniero agrónomo y productor del norte de Río Negro, dijo en su zona “hay chacras casi perdidas por completo”. Peré tiene 40 años y afirmó que nunca vio una situación similar. “Está pasando con suelos con mucha historia agrícola o malos. Si no llueve a la brevedad hay riesgo de chacras que se pierdan por completo”, advirtió.

El productor contó que están mirando los pronósticos permanentemente y que no prevén lluvias importantes al menos hasta el 5 de marzo.

La semana pasada el ingeniero agrónomo Esteban Hoffman dijo a No toquen nada que la misma situación que se vive en Uruguay se está dando en buena parte de la principal zona agrícola de Argentina.

Esto ya generó previsiones de cosecha que causaron un aumento del precio de la soja que en un mes y medio saltó de los 345 dólares por tonelada a 375 en Chicago.

Según Peré, este escenario podría ayudar a algunos productores a mejorar sus números pero, sin embargo, la mayoría está teniendo problemas para concretar ventas a pesar de los buenos precios.

“La mayoría de los productores tiene muy poco vendido porque hay poca concreción de rendimiento en el campo. Los precios son buenos, son tentadores, pero la gente no se anima a vender”, afirmó. Esto se da porque tienen mucha incertidumbre respecto a cuál será el rendimiento por hectárea.

Peré, que tiene sembradas 2.900 hectáreas de soja, dijo también que la previsión de un verano con pocas lluvias no habilita la opción de no sembrar para los agricultores y comentó las medidas que tomó para intentar amortiguar los efectos del “año niña”.

“Lo que hicimos fue no sembrar temprano y (plantar) variedades largas. Con eso hacemos que la floración zafe los 20 o 25 primeros días de enero. Pero todas esas maneras de manejo, a su vez tener campos rotados, que hacen que la humedad en el suelo se mantenga por más tiempo, tienen un límite. Todo eso lo hacemos para zafar ese período pero si en enero no llueve y en febrero tampoco, llega un momento en que la planta precisa agua. Eso es lo que estamos sufriendo ahora”, afirmó.