Pérez fue consultado sobre el hecho de que Pastorino fuera detenido 72 horas después del crímen de la cajera del supermercado de La Blanqueada cuando era buscado desde diciembre por el asesinado de su expareja, llamada Alison.
“Se habían realizado ocho allanamientos y dos inspecciones de fincas, la última el jueves” antes del asesinado de Cabrera, dijo Pérez.
El cambio a partir del último asesinato, dijo el jefe de Policía, fue el acople de funcionarios de las dos zonas donde ocurrieron los asesinatos.
“No hubo cambio en el equipo de investigación. De hecho el oficial que entra en la finca ayer es el que estaba cargo de la investigación del asesinato de Alison”, señaló.
Respecto a la violencia de Pastorino, Pérez recordó que había amenazado de muerte a su propia madre y al abuelo de su expareja. Dijo que la polícía debía estar preparada porque estaba “frente a un delincuente muy violento”.
Pérez consideró que la policía “siempre ha sufrido la presión social”. En este caso, la población colaboró con más información y datos que permitieron encontrarlo, dijo.