La Policía Civil de Rio de Janeiro investiga como una posible ejecución el asesinato de una edila carioca ocurrido este miércoles en el centro de esa ciudad. Rio actualmente está bajo una intervención militar, con el objetivo declarado de disminuir los índices de criminalidad, que había sido duramente cuestionada por la edila asesinada, Marielle Franco.
Marielle tenía 38 años. Oriunda del Complexo da Maré, una de las mayores favelas del mundo, decidió entrar en un curso comunitario que le permitiera superar el riguroso examen de ingreso para las universidades brasileñas. Y lo logró. Obtuvo una maestría en Administración Pública en la Universidad Federal Fluminense y comenzó a militar en política. Puso el foco en los derechos humanos, tras el asesinato de una amiga.
Así, fue la quinta dirigente más votada para la Asamblea Legislativa de Rio en 2016. En ese organismo coordinó la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos y Ciudadanía.
La noche del miércoles, Franco había participado de una mesa redonda denominada “Mujeres negras moviendo estructuras”. Días antes, la edila había criticado la actuación policial en una región de Rio, donde dos jóvenes habían sido asesinados.
“Necesitamos gritar para que todos sepan lo que está sucediendo en Acari en este momento. El Batallón 41 de la Policía Militar de Rio de Janeiro está aterrorizando y violentando a los pobladores de Acari. Esta semana dos jovenes fueron muertos. Hoy la policía anduvo por las calles amenazando a los vecinos”, escribió según publica la edición brasileña de El País de Madrid.
Al salir de la charla de activistas este miércoles, murió de cuatro balazos en la cabeza. Marielle iba en el asiento de atrás. Los asesinos iban en moto y no han sido identificados. También asesinaron al conductor del vehículo en el que viajaba. La principal testigo es una asesora de Marielle que sobrevivió al ataque.
“Hay signos de ejecución”, dijo el diputado Marcelo Freixo, correligionario de Marielle. Su partido, el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), exigió una investigación inmediata de este crimen “hediondo”, mientras Aministía Internacional reclamó “que no queden dudas respecto al contexto, motivación y autoría del asesinato”.
En tanto, en las redes sociales circula una frase: “no fue un asalto”.
