Una economía que crece pero no entusiasma

Pese a que el 2017 cerró con un crecimiento de 2,7%, el economista Alfonso Capurro, de CPA, consideró que es un dato que no entusiasma porque es un incremento con problemas en la inversión y en el empleo.

Actualizado: 23 de marzo de 2018 —  Por: Redacción 180

Una economía que crece pero no entusiasma

Foto: Presidencia.gub.uy

Capurro dijo en No toquen nada que este crecimiento tiene características “bastante distintas” al que se registró entre 2004 y 2014.

En esa década, “la economía creció pareja, todos los sectores estaban empujando. Cuando uno miraba del lado de la demanda, crecía el consumo, crecían las exportaciones, crecía la inversión. Todos iban sincronizados, quizás era un tema de velocidades, algunos iban más rápido que otros. Ahora tenemos un crecimiento que es más asimétrico”, dijo Capurro.

El analista llamó la atención a que la actividad del agro cayó y también lo hizo la industria que hace cuatro años que está estancada. Además, la Construcción acumula una caída del 15% y se puede decir que es el único sector “en recesión”.

Así se muestra que la inversión acumula una caía del 25% desde su pico en 2015.

“Esto genera ciertas dudas respecto a la capacidad que tiene Uruguay de continuar con esta fase de crecimiento”, dijo Capurro. “Seguramente la razón de fondo es que del lado del sector privado, responsable del 80% de la inversión, no hay condiciones económicas para hacer proyectos: no hay rentabilidad, no hay oportunidades atractivas”, agregó.

Capurro consideró que “estamos en un ciclo donde el consumo nos está apuntalando el crecimiento, eso nos hace amortiguar algunos shocks regionales, y cuando las perspectivas internacionales mejoren, la inversión volverá. Si eso sucede es una transición exisitosa. Ahora en realidad si nos quedamos a la espera de que mejoren las condiciones podemos algún día enfrentar restricciones al crecimiento”.

“Lo relevante es que al ambiente hoy no es favorable a la inversión”, enfatizó.

Este panorama que no entusiasma, según el economista, se complementa con los datos del mundo laboral, donde los salarios crecen en términos reales pero el empleo cae.