Florencia jubila a su perra guía, Salu

Carta de Florencia Spinosa a Salu, una de las primeras perras guía de Uruguay, que se jubila luego de seis años de trabajo en común.

Actualizado: 11 de setiembre de 2018 —  Por: Redacción 180

Florencia jubila a su perra guía, Salu

DelSol

Ella y yo

“¿Cómo voy a hacer para confiar en un perro?”. Eso pensaba mientras el avión saltaba en cada pozo de aire…

A miles de kilómetros me estaba esperando Salu sin juzgar absolutamente nada; mientras yo cuestionaba todo, absolutamente todo.

El avión se seguía sacudiendo y yo no lograba dormir ni un poquito, la ansiedad me comía por dentro. Quería tener idea de algo, cómo sería, qué me iban a enseñar, pero no lograba construir expectativa con algo que no era consciente de todo lo que podía llegar a trascender.

El encuentro con ella fue lleno de amor.

Estaba sentada en la habitación del hotel cuando, de repente se abrió la puerta y, el sonido de uñas caninas correteando invadió el lugar.

Ella corrió emocionada directamente hacia mí como si me hubiera estado esperando.

Se entregó a mí sin dudarlo. Panza para arriba pidió mimos y no pude resistirme.

Al rato de encontrarnos llegó el primer momento de salir juntas, después de ponerle el arnés y empezar a caminar mis cuestionamientos se esfumaron espontáneamente. Ella no dudaba de lo que tenía que hacer y sabía transmitir todo con seguridad.

Caminamos, corrimos, disfrutamos, nos mimamos y ya no dudamos ni un instante de nuestra unión.

Estábamos hechas la una para la otra.

Los 20 días en España pasaron como un suspiro y ni qué hablar de los 6 años de trabajo juntas.

Parecía tan lejano este momento…

Para mi era inimaginable todo lo que un ser como Salu podía llegar a generar, ella hablaba con sus acciones al trabajar y a mí me quedaba solo la comunicación verbal.

La vida misma

Salu hizo vida de persona durante todo este tiempo y yo simplemente la acompañé.

Fue a clases de informática, de inglés, hizo cursos de locución, gestión cultural...

Hizo trámites en bancos, fue a shoppings, a supermercados, a tiendas de ropa, quioscos, papelerías, panaderías, subió a ómnibus, taxis, ubers y particulares.

Salu se casó, tuvo luna de miel, supo anunciar la llegada del hermanito humano, fue a clases de parto, a controles con ginecólogo y otros médicos.

Vio películas en cine, obras de teatro, intentó aprender a cantar y bailar en una escuela de artes.

Durante el primer año en Uruguay concursó para trabajar en varios entes públicos y terminó entrando en UTE.

Supo repetir el mismo versito sobre la ley que le permitía ingresar a todos los lugares públicos y privados abiertos al público. Aunque más de uno se tensionaba al inicio, terminaban agradeciendo nuestra presencia.

Cabe comentar que nunca me fui de un comercio sin cumplir con el objetivo que tenía al entrar, nunca me bajé de un medio de transporte sin llegar a mi destino, siempre comenté todo lo relativo a las leyes y brindé toda la información para dar tranquilidad al responsable del lugar.

Se ganó momentos en los informativos de los tres canales de aire principales del medio. Participó de más de uno de los programas mañaneros televisivos. Se prestó para ser filmada para muchos trabajos de estudiantes de diferentes carreras.

Pasó por varias radios hasta ganarse lugares en los corazones de muchos.

Ocupó hojas en medios escritos, escribió un librillo para el MIDES, redactó artículos para difundir en instituciones como la UTE, la IMM y otros.

Dio charlas en escuelas, liceos y en todos aquellos lugares donde las preguntas surgían naturalmente y no se podía evitar que se juntaran más de una persona a escuchar las respuestas.

Sin esfuerzo alguno robó sonrisas, contuvo lágrimas, enseñó lecciones de buena conducta, demostró el verdadero arte de dar sin esperar nada a cambio.

Salu “mi princesa peluda” ahora es el momento de recibir aunque sea una pizca de todo lo que entregaste.

¡Gracias!

Gracias a mi profe María del Carmen que me tuvo presente para proponerme como usuaria de perro guía y que desde el principio vio en mi las cualidades necesarias para ser pionera en una tarea tan importante.

Gracias a Alberto Calcagno que escuchó esa sugerencia y me dio la oportunidad, y gran responsabilidad, de ser de los primeros usuarios del país.

Gracias a todos los integrantes de FUNDAPPAS, que hicieron el gran esfuerzo para que tres representantes uruguayos viajáramos a España a buscar nuestros perros guía.

Gracias a los técnicos, psicóloga, asistente social y veterinaria que dieron su tiempo para entrevistarnos y estar seguros que cumplíamos con las cualidades necesarias para poder cuidar y trabajar con un perro guía.

Gracias a toda mi familia que siempre me hizo el aguante en cada etapa del proceso, desde el principio y hasta ahora.

Gracias a la Sra. Canto Benito, quién compró a Salu y, cuando le diagnosticaron una enfermedad importante, pudo reconocer que no iba a poder cumplir con los cuidados que la perrita necesitaría y decidió donarla a PAAT (Perros de Asistencia y Animales de Terapia) de España.

Gracias a Alberto Álvarez y Jane Kerford que hicieron los test que confirmaron que Salu cumplía con las condiciones para ser perro de asistencia y dedicaron varios meses de sus vidas para entrenarla al más alto nivel.

Gracias a Belén y Juan Carlos que le mostraron el mundo a Salu y fueron sus socializadores. Hicieron una excelente y desinteresada tarea que solo personas con corazones enormes pueden hacer.

Gracias a todos los medios de comunicación que nos dieron su tiempo para difundir y apoyar la importancia de los perros de asistencia en nuestro país, los avances de FUNDAPPAS y sus actividades.

Gracias a todos los que pusieron peros a la hora de vernos dentro de su local, medio de transporte, institución y demás; sus actitudes nos fortalecieron en nuestra tarea de embajadoras y nos empujaron a seguir firmes por el mismo camino.

Gracias a todas las instituciones que nos convocaron para hablar sobre la importancia de los perros guía en Uruguay, cómo actuar frente a ellos y el proceso que cumplen para concretar su función.

Gracias Alexa Mackern por todo tu tiempo y amor entregado hacia esta dupla, fuiste parte fundamental de nuestro proceso y sin tus horas dedicadas a nosotras, sin dudas, no hubiéramos sido las mismas. Salu te adora y te lleva en su recuerdo. Ambas estamos orgullosas y agradecidas de haber tenido la enorme oportunidad de conocerte y haber disfrutado de tu compañía y enseñanzas. Desde donde estás nos vas a acompañar para siempre.

Muchas gracias a la empresa donde trabajo que desde el inicio difundió nuestro ingreso, a través de un artículo, escrito por mí, donde se comentaba cómo actuar frente a un perro guía.

Muchas gracias a todos mis compañeros quienes convivieron cotidianamente con Salu y supieron mimarla tanto como respetarla en sus funciones.

Gracias Salu por aguantarme durante estos 6 años y no contar nada de nuestras aventuras.

Lo que queda

En este proceso hubo dos frases que escuché muchas veces:

“Cuanto más conozco al ser humano, más amo a los animales”

Salu me enseñó que de la única manera que puedo amar a otro ser es primero amarme a mi misma.

“Pobrecita”

Contesté más de una vez que Salu no tenía nada de pobrecita. ¿Qué más quiere un perro que acompañar a su líder todo el día? Pobrecito el que no puede disfrutar de la compañía de su mejor amigo constantemente.

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