El 30 de noviembre de 2009, Mujica se despertó como presidente de la República. El mismo día pero de 1980, el nuevo presidente estaba preso y no pudo votar por el No al plebiscito que la dictadura le propuso al pueblo para legitimar el gobierno de facto.
Aquel 30 de noviembre, cerca del 57% de la población le dijo a los militares que no estaba dispuesta a modificar la Constitución de la República y fue el primer paso para el retorno a la democracia.
Mientras Gregorio Álvarez dirigía la dictadura, Mujica hacía ocho años que estaba preso y poco sabía de lo que pasaba fuera. Hoy, 29 años después y mientras Mujica se levantó como presidente, Álvarez está en la cárcel por crímenes de lesa humanidad aunque en mejores condiciones y mejor informado que lo que estuvo Mujica.