Una noche para todos los gustos

La ceremonia de premiación de los Graffiti 2010 estuvo marcada por triunfos nada sorpresivos, así como un homenaje a Eduardo Mateo, la emoción de medio centenar de niños del INAU que triunfaron en su rubro y un show de metal que incluyó a una bailarina con poca ropa.

Actualizado: 05 de junio de 2010 —  Por: Matilde Marti

Una noche para todos los gustos

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La noche comenzó con un breve monólogo del presentador Gonzalo Cammarota. El comunicador comentó que no entendía cómo el jurado de los premios había conseguido encontrar cinco discos para nominar en la categoría Pop Alternativo, en un país “donde no hay cinco de nada… Ni Tabárez pudo encontrar dos enganches y acá encontraron cinco discos de Pop Alternativo”. También dijo que se le están acabando los chistes porque ya no se puede decir que se va a juntar Peyote Asesino y se van a hacer millonarios y andar en Ferrari. “Bah, Ferrari, comprarse un Corsa 99 que es lo que equivale a ser millonario en este país”.

En seguida presentó el primer show de la noche. Edú “Pitufo” Lombardo en voz, junto a Martín Ibarburu en percusión y Ney Peraza en guitarra encabezaron el homenaje de esta octava edición de los Premios Graffiti: a Eduardo Mateo.

Luego comenzó la entrega de los premios en cada una de las 24 categorías. Los seis shows previstos buscaban amenizar el evento, que finalizó pasada la una de la madrugada. Además, es una oportunidad para que artistas nuevos -o no tanto- expongan sus trabajos frente a un público diverso.

A esos seis shows se sumó uno espontáneo: cuando se anunció el ganador en la categoría Música para niños, la veintena de chiquilines pertenecientes a la ONG Giraluna lograron que todas las miradas en el Cine Plaza estuvieran sobre ellos. Ya desde temprano llamaban la atención, haciendo lobby, todos con camisetas blancas que llevaban la inscripción “Giraluna”. Al ganar, todos los fotógrafos registraron el momento y, segundos más tarde, muchos niños ocupaban el escenario. Subieron a buscar su premio, pero también a cantar. Se trata de niños del INAU, que encontraron un refugio en la música. Sus responsables contaron emocionados que ese no es su ambiente, pero agradecieron por el premio e invitaron a compartir su música. El Cine Plaza aplaudió de pie.

Un rato más tarde, llegó el turno del show pesado de la noche. Gonzalo Cammarota advirtió que habría “un antes y un después” en la noche, respecto a este show, refiriéndose “a la invitada”. Mal Dormidos se ubicó en el escenario. Su estética de hard rock desentonaba con el producto musical que consta en versionar cumbias. Para el público de los Graffiti tocaron Azuquita pal café y Qué tendrá el petiso, mientras la invitada entró a escena. La mujer tenía el pelo rubio, usaba un top negro, un bikini y medias rejilla del mismo color, no así los zapatos que eran plateados. Su rol sobre el escenario consistía en mover la pelvis, tocarse buscando un espectáculo erótico y polémico. Mientras la mujer se turnaba en tocar a cada uno de los músicos y bailar casi sobre ellos, la gente de Giraluna retiró a todos los niños de la sala.

Las reacciones fueron dispares. Los fotógrafos no dejaron pasar el momento y, entre el público, muchos ovacionaron la actitud, pero otros tantos chiflaron y no dejaron de gritar “¡Desubicados, hay gurises!”.

Incluso, un rato más tarde, cuando le tocó a Santullo dar su show, detalles técnicos le impidieron empezar de inmediato. “Tengo algunos chistes”, bromeó, y desde el público pidieron por la rubia. “Teníamos una”, dijo Santullo, “pero se nos pinchó”.

Las presentaciones de Larbanois & Carrero, Alejandro Balbis y Maia Castro fueron otros puntos altos de la noche, mientras que la de Carmen Pi y Vendetta -presentando temas del disco Justicia después de la una- mostró varios errores en los temas homenaje a Buitres.

Sobre los premios en sí, no hubo grandes sorpresas. El Cuarteto se llevó cinco Graffiti y la incertidumbre de sus músicos que, al recibir la distinción por el Mejor disco Pop se preguntaron si realmente encajan en ese género.

El último premio de la noche, Mejor Álbum del Año, lo entregaron los ganadores del 2009: Mandrake Wolf y sus Terapeutas. Si no fuera porque la locutora estaba atenta y llamó la atención de Mandrake, éste habría entregado el premio sin anunciar los nominados.

Alejandro Balbis arrasó con los tres premios de voto popular y, cada vez que subió a agradecer, destacó a su equipo y dijo que habría sido muy lindo que sus padres estuvieran esa noche con él.

El premio a la trayectoria, en manos de Mauricio Ubal y El Sabalero -que lo recibió en 2009- estaba destinado a Panchito Nolé, quien fue a la ceremonia pero no se quedó hasta el final.

Lista de ganadores