Acuerdan en Poznan agenda ambiental para 2009

Tras decidir en Poznan (Polonia) el calendario de la negociación de un nuevo acuerdo sobre cambio climático que debería cerrarse en diciembre de 2009, la comunidad internacional se prepara para 12 meses de duro trabajo esperanzada por la llegada de Barack Obama. "Va a ser un año duro, en el que hay que redoblar el paso para que la negociación avance" hasta llegar a la próxima conferencia internacional, en diciembre en Copenhague, donde deberá adoptarse un acuerdo, explicó a la AFP Gustavo Ampignani, director de campaña de Greenpeace México.

Actualizado: 13 de diciembre de 2008 —  Por: AFP

Acuerdan en Poznan agenda ambiental para 2009

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Las próximas citas, en las que grupos de trabajo a nivel de expertos se esforzarán por hilvanar el consenso, ya están programadas del 29 de marzo al 8 de abril y del 1 al 12 de junio en Bonn. Seguirán otras reuniones intermedias, probablemente en agosto-septiembre y octubre-noviembre.

A esto se puede sumar una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, está contemplando convocar al margen de la Asamblea General de Naciones Unidas, en septiembre en Nueva York.

Ban hizo hincapié en Poznan en la necesidad de que los jefes de Estado y de Gobierno se impliquen en esta negociación, secundado por el premio Nobel de la Paz Al Gore y por el negociador jefe de China, Su Wei. Esto implicaría la entrada en la escena climática del presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, en el que la comunidad internacional tiene puestas sus esperanzas tras años de oposición norteamericana.

"Conforme vayamos teniendo capacidad para introducir en la discusión al 100% a la nueva administración de Estados Unidos, la negociación se va a abrir en todos los frentes", consideró la secretaria de Estado española de Cambio Climático, Teresa Ribera.

Durante ocho años, la administración de George W. Bush se ha negado a comprometerse a reducciones de gases de efecto invernadero y por consiguiente no ratificó al Protocolo de Kioto, a diferencia de todos los otros países industrializados. Pero Obama ya dijo que tiene intención de dar un giro. "Es tiempo de enfrentar este desafío de una vez por todas", dijo a finales de noviembre.

En Poznan ha "faltado la presencia de Estados Unidos, para la próxima reunión de negociación en marzo ya estará la delegación de Obama que podrá intervenir en el texto", muestra su esperanza Pablo Cotarelo, miembro de la ONG española Ecologistas en Acción.

Pero Ampignani advierte que una negociación internacional no puede depender de un único país. "Incluso sin Estados Unidos esto se tiene que mover y depositar todas las expectativas en un solo país puede generar una frustración muy grande si éstas no se cumplen", afirma.

El objetivo de este proceso es llegar del 7 al 18 diciembre a Copenhague con un proyecto de documento ambicioso que pueda ser aprobado por todos. En el futuro tratado de Copenhague, naciones industrializadas y países en desarrollo -en particular las grandes economías emergentes- están llamadas a cooperar, adoptando cada uno de ellos compromisos diferenciados y adaptados a sus posibilidades.

"Encontrar un acuerdo en Copenhague dependerá en gran medida de asociar a los países en desarrollo y esto está muy relacionado con la capacidad de movilizar recursos" financieros, consideró el máximo responsable sobre cambio climático de la ONU, Yvo de Boer.

Una mayor financiación de los países pobres por los ricos fue una de las cuestiones que Poznan no pudo resolver y que volverá con fuerza durante los próximos 12 meses. "Necesitamos un acuerdo que ponga en marcha un proceso incluyente, con arreglos institucionales sólidos y un rumbo claro, que permita que cada país desarrolle su mejor esfuerzo", concluyó el ministro de Medio Ambiente de México, Juan Elvira.