Ideas de Sarkozy sobre la inmigración, “tienen muy corto recorrido”

La inmigración está en un “cambio de ciclo” en España. La crisis económica del viejo continente y el dinamismo de los países latinoamericanos, hacen que menos personas intenten llegar a España. La secretaria de Estado española para la Inmigración, Anna Terrón, estuvo en Montevideo y habló con 180 sobre cómo se encara esta etapa. “El reto es el de la integración de las personas que llegaron a trabajar durante estos años”, dijo. “La aproximación que ha hecho Sarkozy tiene muy corto recorrido” porque “el abordaje tiene que ser impedir la exclusión social”, consideró.

Actualizado: 07 de noviembre de 2010 —  Por: Mauricio Erramuspe

Ideas de Sarkozy sobre la inmigración, “tienen muy corto recorrido”

Sin datos (Todos los derechos reservados)

¿Cómo cambia la perspectiva de España respecto a la inmigración en un contexto de crisis como el actual?

En primer lugar nosotros trabajamos con la idea de que en un momento de salida de la crisis, la inmigración va a ser necesaria. Lo que estamos intentando hacer en este momento de crisis económica es ajustar con medidas varias un problema de empleo general que tenemos. Además, hay cuestiones que tienen ribetes particulares en la cuestión de los inmigrantes.

Estamos evidentemente apostando por la formación porque es verdad que las personas que estuvieron trabajando en actividades muy intensas en mano de obra no calificada no van a tener lugar fácil en el mercado de trabajo del futuro inmediato. Por lo tanto nosotros estamos apostando fuertemente por la formación.

Luego hay personas que quieren regresar a sus países de origen y hemos establecido un programa de retorno que tiene dos elementos. Uno es la ayuda al puro retorno, al pago de los pasajes. Por otro lado, hemos hecho un programa de capitalización del subsidio de desempleo que permite que aquello que uno iba a obtener mensualmente lo pueda obtener en dos mensualidades y que con ello pueda tener una actividad económica en el país de origen.

Estamos en un proceso de cambio del reglamento de la nueva Ley de Extranjería. Vamos a colocar en esa ley elementos de facilitación de la movilidad, que permitan salir a las personas que quieran hacerlo.

Estuvimos hablando con el ministro de Trabajo de Uruguay que nos decía que aquí había una necesidad de mano de obra formada por ejemplo para la construcción. Vamos a ver cómo podemos pasar esa información a la colectividad uruguaya en España.

Usted habla de fomentar la movilidad. ¿Qué quiere decir y cómo se hace?

En el reglamento de la Ley de Extranjería estamos pensando en poder mantener los derechos que adquirieron personas que quieren volver a sus países porque pensamos que si en unos años quieren volver van a cumplir los requisitos para hacerlo. Sería una vía privilegiada para aquellos que quieran volver a sus países. Si alguien ya tuvo un permiso de residencia de larga duración y contribuyó al desarrollo español, estuvo trabajando allí, no parece sensato que vuelva con un permiso de un año, luego de dos…

En estas cosas que estamos hablando parece que hay un cambio de paradigmas en este tema, producto de la crisis y también de aspectos culturales.

Para nosotros es muy claro que hay un cambio de ciclo. Las cifras que estamos manejando en el ámbito migratorio son impresionantes, hay un cambio muy brusco, una caída. ¿Cuál es el reto ahora? El reto es el de la integración de las personas que llegaron a trabajar durante estos años. Tenemos buenas experiencias y la comunidad uruguaya es una de ellas. Estamos trabajando en el ámbito escolar, en el ámbito educativo para tener un modelo de sociedad que es la que queremos. Una sociedad cohesionada, en la que pueda haber personas con distintos orígenes, con diversidad, pero en la que hay cohesión social. Nosotros nos ahorramos un poco esas discusiones que hubo en Europa sobre el multiculturalismo.

Se debe intervenir en los barrios donde el problema no es el origen de las personas sino la exclusión y la pobreza. No nos podemos permitir nuevas zonas de exclusión social en un país que resolvió eso. Estamos trabajando muy fuerte en los barrios no con los inmigrantes sino con los barrios para que las personas de los distintos orígenes que vivan allí tengan servicios, educación y formación que le permita acceder a empleo.

Esa mirada convive en Europa con la de Nicolás Sarkozy, por ejemplo, que ha llegado a expulsar gitanos en los últimos tiempos. ¿Cómo se resuelve esa contradicción?

Para nosotros la aproximación que ha hecho Sarkozy tiene muy corto recorrido entre otras cosas porque los conflictos los tienen en barrios donde viven hijos y nietos de la inmigración. Allí vive gente francesa nacida en Francia. Entonces, creo que el abordaje tiene que ser en el ámbito de impedir la exclusión social y una “guetización” de barrios con una muy fuerte presencia de familias inmigradas. Nosotros estamos tratando que eso no nos suceda y creemos que podemos lograrlo.