Rousseff, de 64 años, que asumió sus funciones en enero de 2011 para reemplazar a Lula (2003-2010), cuenta con la confianza de un 59% de los brasileños que consideran que su gestión es "excelente o buena", contra un 49% de hace seis meses, según la encuesta del instituto DataFolha.
Al finalizar el primer año de su primer mandato (Lula ejerció por dos periodos), el ex obrero metalúrgico y sindicalista, destacado por su carisma y simpatía, obtuvo un 42%, mientras que en el segundo periodo su popularidad fue de 50%.
Su predecesor, el socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso, había obtenido un 41% en su primer mandato y un 16% en el segundo en este mismo periodo de su gestión, mientras que Itamar Franco logró un 12% y Fernando Collor de Mello, primer presidente elegido democráticamente luego de la dictadura (finalizada en 1989), 23%, aunque el mandatario fue destituido por corrupción tres años más tarde.
Para el director general de Datafolha, Mauro Paulino, "la economía es el factor clave que explica el alza de la popularidad de Rousseff".
"La población está preocupada con la crisis internacional pero se dio cuenta de que la crisis no golpeó su billetera", agregó.
La imagen personal de Rousseff, una ex guerrillera que combatió la dictadura (1964-85), también mejoró: actualmente un 72% de las personas entrevistadas creen que es "decidida", un 80% "muy inteligente" y un 70%, "sincera".
En los últimos meses, la presidenta ha barrido la corrupción, lo que ha implicado la salida de seis ministros por malversación de fondos públicos o por enriquecimiento ilícito.
"Dilma (Rousseff) se mostró firme en las crisis y ha mostrado la imagen de una persona que decide rápidamente y que no duda a la hora de destituir a quienes cometen irregularidades", destacó Paulino.
La encuesta Datafolha fue efectuada entre el 18 y 19 de enero entre 2.575 personas y su márgen de error es de 2 puntos porcentuales.
(AFP)
