Awake es el nuevo producto de mitad de temporada de la cadena NBC. La premisa de la ficción es más sencilla de lo que parece: un detective tiene un accidente automovilístico con su familia. El accidente provoca la muerte de su hijo, Rex. Tras acostarse a dormir, el detective amanece en un universo en el que Rex (Dylan Minnette) está sano y salvo, y en donde quien falleció fue su esposa, Hannah (Laura Allen). Para sorpresa de sus terapeutas y del espectador, el detective Michael Britten (Jason Isaacs) no puede distinguir cuál realidad es la Real.
En el plural está la clave, efectivamente leyó bien: terapeutas. En una realidad como en la otra la policía obliga a Britten a hacer terapia para seguir ejerciendo su profesión. Lo interesante es que cada uno de los psiquiatras/psicólogos intenta convencer –con buenos argumentos, por cierto- a Britten de que su realidad es la definitiva y que lo otro que experimenta en un aparente despertar es nada más que un sueño complejo para resolver la pérdida de un ser querido.
Como es de esperar, cada universo presenta pequeñas diferencias. Lo interesante e inquietante de Awake es que los detalles y las pistas de una realidad sirven para resolver casos de la otra realidad y viceversa.
¿Britten está soñando? ¿Se volvió loco? ¿Está en una especia de purgatorio? Awake es un policial fantástico en el que la máxima de las interrogantes no es el crimen sino el investigador. Promete. Vale la pena ojearlo.
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