"No lo creo", señaló Dalglish en declaraciones a la radio talkSPORT, cuando le preguntaron si ambas circunstancias estaban relacionadas.
"Puedo irme a dormir sabiendo que lo hice lo mejor que pude. Si no cumplí con sus expectativas o si querían dar otra dirección al club, ellos son los dueños del club", apuntó.
Suárez se vio hace un año inmerso en una gran polémica después de que el francés Patrice Evra (Manchester United) le acusara de insultos racistas durante un partido ante ambos equipos.
Fue sancionado ocho partidos por ello y los jugadores del equipo apoyaron a su compañero, mostrando camisetas de solidaridad con el charrúa al considerar que el castigo era excesivo e injusto. Que desde el cuerpo técnico se permitieran gestos así causó también controversia en su momento.
AFP