Las demandas de occidente a Irán

Las "exigencias" occidentales, formuladas con firmeza por el presidente francés François Hollande, mantienen una fuerte presión sobre Irán antes de la reanudación el miércoles en Ginebra de las negociaciones sobre el programa nuclear de la República Islámica.

Actualizado: 18 de noviembre de 2013 —  Por: AFP

Las demandas de occidente a Irán

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Tras una década de controversias y tensión, el objetivo de esta reunión, la tercera en cinco semanas, es ir terminando con la desconfianza en el programa nuclear de Teherán, quien asegura que tiene fines civiles, pero de quien las potencias occidentales sospechan que quiere dotarse del arma atómica.

De visita en Israel, que se opone a que se suavicen las sanciones contra Irán, Hollande planteó el domingo cuatro demandas.

"La primera demanda: colocar todas las instalaciones nucleares iraníes bajo supervisión internacional, ahora. Segundo punto: suspender el enriquecimiento de uranio al 20%. Tercer punto: reducir las reservas existentes. Y finalmente, suspender la construcción de la planta de Arak", creada para producir plutonio, una alternativa al uranio altamente enriquecido que se utiliza para fabricar una bomba.

"Más vale un buen acuerdo que uno malo, ahí estamos de acuerdo", dijo el domingo Hollande que parecía expresar la postura del grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia, más Alemania) que negocia con la República Islámica.

Mark Fitzpatrick, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), considera que "es esencialmente el proyecto de acuerdo" y que la novedad no reside tanto en las "exigencias", sino en el nivel de detalle al que se formularon y en el hecho de que fueron pronunciadas al nivel de un jefe de Estado del grupo 5+1.

El experto dijo a la AFP que el "control internacional" ya es una realidad a través de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), el organismo de la ONU.

Fitzpatrick supone que la declaración de Hollande al respecto "se refería a la frecuencia de las inspecciones y, en el mejor de los casos, a un control a distancia 24 horas sobre 24".

La semana pasada en Ginebra, no se llegó a un acuerdo tras tres días de intensas negociaciones, entre otras cosas por las objeciones de Francia.

Responsables estadounidenses, europeos y rusos consideran que un acuerdo interino sobre la congelación en el estado de las actividades nucleares de Irán a cambio de suavizar las sanciones que asfixian su economía está al alcance de la mano.

El presidente ruso, Vladimir Putin, indicó en un comunicado que apareció "una oportunidad real para encontrar una solución a este viejo problema, tras conversar por teléfono con su homólogo iraní, Hasan Rohani.

Sin embargo, Teherán había indicado el domingo que las negociaciones serían "difíciles".

El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, repitió que el derecho de Irán al enriquecimiento de uranio "no es negociable". La suspensión total del enriquecimiento es nuestra línea roja y no la cruzaremos", añadió.

Las promesas de Irán sobre el carácter pacífico de su programa nuclear contrastan con el aumento continuo de sus capacidades, especialmente del número de centrifugadoras, y con las obras de construcción del reactor de Arak, que Irán espera poner en marcha en 2014.

Las discusiones de esta semana buscarán alcanzar un acuerdo "interino". En caso de lograrlo, Irán dejaría de enriquecer su uranio al 20%, reduciría sus reservas e interrumpiría las obras de construcción de Arak.

A cambio, las sanciones internacionales que pesan sobre Irán se suavizarían.

Durante esta primera fase de varios meses, se negociaría un acuerdo definitivo que implicaría una reducción permanente del tamaño del programa iraní y la anulación de las sanciones.