Casal exige, Peñarol acata

Francisco Casal participó de una reunión con directivos de Peñarol a los que les exigió que hagan la denuncia penal contra la Conmebol por los derechos televisivos y les recordó que prestará siete millones de dólares para la construcción del estadio. El presidente del club, Juan Pedro Damiani, está dispuesto a asumir los costos para complacerlo. La postura solo encontró eco en Perú y Venezuela.

Actualizado: 11 de diciembre de 2013 —  Por: Diego Muñoz

Casal exige, Peñarol acata

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Casal quiere quedarse con los derechos televisivos de la Conmebol desde hace un buen tiempo. Primero lo intentó con perfil bajo y luego redobló la apuesta. Su primera movida pública fue armar un encuentro en Brasil con algunos clubes cercanos, al que invitó a periodistas que trabajan para sus empresas. Allí dijo que “los abusos de poder se terminan cuando alguien dice basta”.

Ahora, en los primeros días de diciembre, decidió dar otro paso. Según supo 180, el empresario se reunió con Damiani y le exigió hacer la denuncia penal ante las desprolijidades financieras de la Conmebol y la poca información que esta les daba a los clubes respecto del dinero de la televisión.

Pocas horas después se realizó otra reunión con más participantes, ya que Damiani citó a representantes de todos los sectores que participan del Consejo Directivo. A Casal y Damiani se sumaron Ricardo Rachetti, Edgard Welker, Isaac Alfie, Gervasio Gedanke y algunas personas cercanas al dueño de Tenfield.

“Allí sugirió que Peñarol hiciera la denuncia penal y que con esa iniciativa iba cambiar la Conmebol, como lo hizo Cataldi cuando inventó la Libertadores”, contó a 180 un participante de la reunión.

El empresario indicó que fuera de Uruguay, solo lo apoyaban Vélez de Argentina, Corinthians y Cruzeiro de Brasil y clubes peruanos y venezolanos.

En el encuentro, Casal dijo que los clubes reciben mucha menos plata con el actual contrato televisivo que el que recibirían si la Conmebol aceptara su oferta e insistió en la malversación de fondos en los que incurriría la Confederación.

Para argumentarlo presentó cuatro informes jurídicos distintos, realizados por Gonzalo Fernández, Miguel Langón, Amadeo Otatti y Alejandro Balbi. “Los informes están todos en condicional. Aclaran en todo momento “si lo que se dice, según se nos expresó, en base a lo que se señala”. Y luego dicen que si eso es cierto, habría un delito pero descartan totalmente el delito de lavado de activo”, contó la fuente.

Según supo 180 la oferta de Casal sería, entre 2011 y 2014, de unos 11 millones de dólares brutos más que la actual.

Lo cierto es que hay documentada varias cartas de Global y de GolTV, las dos empresas con las que Casal quiere ingresar al negocio desde 2006. De hecho hubo un momento que estuvo dentro, con estática y organización de sudamericanos juveniles.

Casal insiste en que la empresa TyT, dueña de los derechos y que pagó unos 88 millones de dólares en 2013, comercializa luego esos derechos a Globo y a Fox Sports y ahí hace la diferencia.

Pero en julio de este año, previo a su participación en la Sudamericana, Peñarol firmó un documento en el que reconoce que los derechos televisivos le pertenecen a la Confederación. Un mes más tarde y con esos documentos firmados por las instituciones, la Conmebol determinó, a partir de un cambio de estatuto, que los derechos dejaban de ser de los clubes y pasaban a ser de la Confederación.

Con todo esto sobre la mesa, el Consejo de Peñarol se reunió el martes. Un directivo dijo a 180 que allí “quedó clara la exigencia de Casal porque mandó decir que no olvidemos que nos presta siete millones de dólares para el estadio”. Si bien Alfie planteó que lo ideal sería solicitarle a la Conmebol más datos para tener la otra versión y no solo lo de Casal, Damiani insistió en ir por la vía penal. Además, el presidente dijo que si Peñarol sale perjudicado con esta postura, Casal lo va a compensar.

El balance que no es balance

Casal se hizo de los balances de la Conmebol y en ellos se aprecian fallas de todo tipo.

Ante esto, el empresario solicitó a la empresa Price Waterhouse Coopers que hiciera un informe sobre el balance. La respuesta fue que no podía hacer un informe porque eso no era un balance.

“No se puede llamar balance, es una cosa increíble, meten los ingresos en bruto sin discriminar nada”, dijo la fuente quien agregó que de los papeles se desprende que la Conmebol es dueña de un hotel. “Eso nunca puede estar en el estatuto”, comentó.

"Están muy comprometidos porque son un órgano de FIFA que se maneja con una desprolijidad alarmante en el tema económico", aseguró la fuente.

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